El número de desempleados con…

En la imagen, personas con discapacidad en una entrevista de trabajo.La tasa de paro de la población con discapacidad aumentó un 1,8% en 2013 y afectaba a 187.000 personas, de acuerdo con los datos del informe ‘El empleo de las personas con discapacidad. Año 2013’ presentado recientemente por el Instituto Nacional de Estadí­stica (INE).

El aumento del desempleo entre la población con discapacidad fue un un 0,5% superior al que se produjo entre el resto de la población. Además, se incrementó especialmente entre las mujeres con discapacidad, cuya tasa de desempleo creció un 2,5% y se sitúa en el 35,3 por ciento. En el conjunto de la población con discapacidad, la tasa de desmpleo fue del 35%, frente al 26% de la población sin discapacidad, según el estudio.

 

Además, el informe recuerda que, de acuerdo con los datos de la Base de Datos Estatal de las Personas con Discapacidad, en España hay 1,42 millones de personas con certificado de discapacidad en edad laboral (entre 16 y 64 años), por lo que el colectivo supone el 4,2 por ciento de la población española en edad de trabajar.

De acuerdo con los resultados de 2013, la diferencia de la tasa de empleo entre hombres y mujeres sin discapacidad es de un 1,1% más para las mujeres, mientras que en el colectivo con discapacidad la diferencia es de un 0,4% más para las mujeres, debido al incremento de ese año.

Por otra parte, la tasa de actividad del conjunto de las personas con discapacidad es del 37,4 por ciento, mientras que en el resto de la población es del 77,2 por ciento; y el í­ndice de empleo es del 24,3 por ciento, un 32,8 por ciento menos que el del resto de la población.

En lo referente al tramo de edad, no hay diferencias en la distribución del desempleo entre personas con discapacidad de las franjas de 25 a 44 años y de 45 a 64 años. Ambos registran un 46,1 por ciento de paro.

En cambio, por nivel de estudios, los datos indican que las personas con discapacidad que tienen estudios superiores son el colectivo con menos paro (a excepción de los analfabetos, que representan el 1,2% de los parados) y son un 12,4 por ciento del total. En cambio, quienes tienen únicamente estudios de secundaria y programas de formación e inserción laboral representan el 62,2% de los parados con discapacidad y aquellos que únicamente han estudiado primaria, el 24,2 por ciento.

Además, la evolución de la actividad del colectivo varí­a según el tipo de discapacidad, siendo las personas con discapacidad en los sistemas digestivo, endocrino o metabólico las que registraron un mayor incremento de la actividad (un 5,6 por ciento más hasta el 45,5 por ciento), seguidas de las personas con trastorno mental (un 3,9 por ciento más, hasta alcanzar el 31,2 por ciento), y las personas con deficiencias auditivas, cuya actividad se incrementó un 2,2 por ciento y son el colectivo con mayor tasa de actividad entre las personas con discapacidad, un 59,5 por ciento.

En el extremo opuesto se encuentran las personas con discapacidades de tipo osteoarticular cuya actividad se redujo un 4,4 por ciento hasta el 42,8 por ciento, y quienes tienen una discapacidad en los sistemas cardiovascular, respiratorio o inmunológico, que tuvieron una caida de las actvidad del 2,1 por ciento, hasta alcanzar el 32,1 por ciento.

Aún así­, las personas con discapacidad intelectual (27,5 por ciento de actividad) y quienes tienen una discapacidad en el sistema neuromuscular (29,7 por ciento de actividad) son quienes registran los í­ndices menores en este sentido.

Por otra parte, entre las personas con discapacidad que tení­an empleo en 2013, la mayorí­a trabajaba en el sector de servicios sociales y sanidad (13,2%), seguido de las actividades industriales extractivas y manufactureras (12,4%), la Administración Pública y defensa (10,9 %) y las actividades administrativas y servicios auxiliares (10,8%). En menor medida, un 7,2% de las personas con discapacidad empleadas trabajaban en la educación, un 7,4% en el comercio al por menor (excepto de vehí­culos) y un 6,1 % en información y comunicaciones, u otras actividades empresariales relacionadas con seguros, sector financiero, inmobiliario, cientí­fico o técnico, entre las principales actividades.