Los microbios podrí­an ayudar a…

En la imagen, una investigadora en un laboratorio.Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman en la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, demuestran por primera vez que el sistema inmunológico influye en el microbioma de la piel.

En un estudio vieron que el microbioma de la piel, una colección de microorganismos que habitan en el cuerpo humano, se rige, al menos en parte, por una antigua rama del sistema inmune llamada complemento, y, a su vez, parece que los microbios en la piel ajustan el sistema del complemento, así­ como la vigilancia inmune de la piel. Elizabeth Grice, profesora asistente de Dermatologí­a; John Lambris, el doctor. Ralph y Sallie Weaver, profesora de Medicina de Investigación en el Departamento de Patologí­a y Medicina de Laboratorio, encontraron que el complemento puede, en parte, puede ser responsable de mantener un conjunto diverso de microbios en la piel y tener la piel sana, lo que podrí­a desempeñar un papel en una serie de enfermedades de la piel, según explican en la edición de de este lunes de ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, reseñó Europa Press.

Las bacterias no patógenas comensales que viven en la piel proporcionan un importante servicio a su anfitrión, bloqueando los microbios patógenos, entre otras funciones. En investigaciones anteriores, Grice y sus colegas mostraron la gran diversidad de bacterias que viven en la piel con el análisis de secuencias de ADN a base de genes bacterianos. Sin embargo, hasta este estudio, se sabí­a muy poco acerca de cómo el sistema inmune influye en las poblaciones de bacterias que viven en la piel.

El sistema del complemento es como un sistema de alarma molecular y de primera respuesta, una rama evolutivamente antigua de la respuesta inmune y tiene funciones inflamatorias, explica Grice. El equipo exploró la relación entre la señalización de una proteí­na inflamatoria particular de la cascada del complemento, el receptor de C5a (C5aR), y el microbioma de la piel, unos resultados que ponen de relieve un papel previamente no reconocido del complemento en la piel.

El equipo trató a un grupo de ratones con un inhibidor de C5aR y otro con un análogo inactivo y compararon el microbioma de la piel de los animales antes y después del tratamiento, gracias al análisis de secuencias de ADN. Encontraron que mientras que el número absoluto de los microbios en la piel se mantuvo sin cambios, la diversidad de la población cambió en los animales tratados con un inhibidor de C5aR en comparación con aquellos que no lo fueron, con algunos grupos de organismos aumentando y otros diluyéndose.