Los médicos de familia proponen…

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha reiterado, en un comunicado, su rechazo a la aplicación del copago ante el debate surgido en los últimos dí­as sobre a la necesidad de buscar fórmulas que garanticen la sostenibilidad de SNS. La semFYC se muestra contraria a la aplicación de esta medida, ya que considera que puede tener efectos perjudiciales en la equidad y salud de la población, especialmente en la más desfavorecida.

Desde esta Sociedad Cientí­fica se proponen otras alternativas de financiación y racionalización del gasto, entre ellas: incentivar adecuadamente a los profesionales directamente por resultados en: la mejora de la gestión y de las agendas de trabajo, la utilización de fármacos, el uso racional de las pruebas complementarias y la coordinación con otros niveles asistenciales; establecer impuestos indirectos que recaen sobre productos como el tabaco, que se relacionan directamente con la pérdida de salud; modificar las polí­ticas de cobertura de nuevos fármacos y modificar la cartera de medicamentos o los precios de los productos que ella se incluyen, en función de criterios objetivos de efectividad y eficiencia; establecer un catálogo de prestaciones y cartera de servicios sanitarios públicos, que permita eliminar aquellos inefectivos o con un coste-efectividad inaceptable.

Desde el punto de vista de semFYC, “el copago es la participación directa del paciente en parte del gasto de los servicios sanitarios en el momento de utilizarlos. Supone compartir los costes del servicio entre dos partes: el usuario y el Estado. Además de perseguir recaudar fondos para sostener el sistema sanitario, se propone también como una herramienta disuasoria para eliminar el consumo abusivo e innecesario y reducir la demanda. En España, actualmente sólo se contempla esta medida con los medicamentos. Ir al médico o ingresar en un hospital público es completamente gratuito”. 

Para semFYC, no existen pruebas concluyentes de los beneficios asociados a la aplicación de esta medida, pero sí­ hay datos sobre sus posibles efectos perjudiciales en la equidad y la salud de la población, sobre todo la más vulnerable socialmente. Las experiencias llevadas a cabo en otros paí­ses  así­ como  la literatura cientí­fica permiten asegurar que reforzar el papel del médico de familia, así­ como el control presupuestario de AP y de la consulta externa de especialidades hospitalarias en manos de los médicos de familia, podrí­an mejorar la gestión de la atención sanitaria.

Esta entidad pone como ejemplo el caso de Reino Unido donde, a partir de los últimos cambios introducidos por el gobierno el presupuesto es gestionado directamente por los médicos de familia, se espera un ahorro del 45% sólo en los gastos administrativos y una mejora de la calidad global de la atención sanitaria.