Los más jóvenes subestiman los síntomas del ictus
Hasta tres horas después de que una persona experimente el primer síntoma de un derrame cerebral se considera a menudo como la «ventana de oro», puesto que ese periodo de tiempo se considera crucial para que los pacientes que llegan a un hospital reciban atención médica con el fin de restaurar el flujo de sangre al cerebro y minimizar o revertir el daño.
Pero una encuesta revela que los pacientes más jóvenes, es decir, los de menos de 45 años, pueden subestimar la urgencia de los síntomas del ictus y la mayoría creen que es probable retrasar el momento de ir al hospital en busca de ayuda. «El tratamiento a tiempo para el accidente cerebrovascular es probablemente más importante que para casi cualquier otro problema médico», dice David Liebeskind, profesor de Neurología, director de Programas de Pacientes Ambulatorios de Ictus y Neurovasculares y director del ‘Neurovascular Imaging Research Core’ del Centro Médico Ronald Reagan de la Universidad de California Los íngeles (UCLA), en Estados Unidos.
«Hay una ventana muy limitada en la que comenzar el tratamiento porque el cerebro es muy sensible a la falta de flujo sanguíneo o sangrado y los pacientes que esperan más tiempo sufren las consecuencias más devastadoras», añade este experto. Los investigadores preguntaron a más de un millar de personas a nivel nacional que es lo que probablemente harían dentro de las primeras tres horas de experimentar debilidad, entumecimiento, dificultad para hablar o dificultad para ver, todos ellos síntomas comunes de un derrame cerebral. Por último, entre los menores de 45 años, sólo alrededor de uno de cada tres dijo que sería muy probable que fuera al hospital, mientras un asombroso 73 por ciento dijo que seguramente esperaría a ver si sus síntomas mejoraban.