Los investigadores descubren cómo retrasar…

El Laboratorio de Neurobiologí­a del Centro de Investigación Prí­ncipe Felipe ha identificado los mecanismos que retrasan la muerte por fallo hepático agudo, causado por un aumento de la presión intracraneal y herniación cerebral.

Dirigido por Vicente Felipo, el Laboratorio de Neurobiologí­a ya habí­a demostrado que el fallo hepático agudo conduce a una activación excesiva del receptor NMDA en el cerebro, que contribuye al proceso que conduce a la muerte. Ahora han comprobado que se puede retrasar la muerte por fallo hepático agudo bloqueando dichos receptores con antagonistas especí­ficos como la memantina o MK-801. En un artí­culo que se va a publicar en la revista NeuroMolecular Medicine, el grupo ha identificado los mecanismos por los que antagonistas del receptor NMDA retrasan el aumento de la presión intracraneal y la muerte.

El estudio, liderado por el Laboratorio de Neurobiologí­a del CIPF, se ha realizado en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, el Mossakowski Medical Research Centre de Varsovia, Polonia, el Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” de Madrid, el Departamento de Patologí­a de la Universidad de Valencia y el Servicio de Nefrologí­a y el Laboratorio del Hospital Clí­nico de Valencia. El artí­culo muestra que los antagonistas del receptor NMDA ejercen un doble efecto protector a nivel renal y cerebral.

En el fallo hepático agudo se produce una necrosis masiva de las células del hí­gado, que ya no pueden ejercer sus funciones de eliminar sustancias tóxicas, entre las cuales se encuentra el amonio. Al no ser eliminado en el hí­gado, los niveles de amonio aumentan en sangre (lo que se denomina hiperamonemia) y en cerebro, alterando la función cerebral. El aumento de amonio en el cerebro activa los receptores NMDA lo que conduce a alteraciones en el flujo sanguí­neo y a un aumento del lactato cerebral que contribuyen al aumento de la presión intracraneal y al proceso que conduce a la muerte. El bloqueo de los receptores NMDA en cerebro con antagonistas especí­ficos previene o retrasa estas alteraciones y la muerte. Por otra parte, estos antagonistas también ejercen un efecto protector a nivel renal. Parte del amonio en sangre se puede eliminar a través del riñón en la orina. El fallo hepático agudo conduce a un fallo renal, lo que reduce la eliminación de amonio en la orina, aumentando los niveles de amonio en sangre y cerebro y contribuyendo al proceso que conduce a la muerte.

Por último, el estudio ha demostrado que los antagonistas del receptor NMDA también retrasan el daño renal inducido por el fallo hepático agudo, preservando la filtración glomerular y prolongando la eliminación de amonio por la orina. Esto retrasa el aumento de amonio en sangre y cerebro y contribuye al retraso de la muerte en fallo hepático agudo severo. Este doble efecto protector a nivel cerebral y renal permite prolongar la supervivencia. Esto puede permitir salvar la vida de pacientes con fallo hepático agudo severo proporcionando un valioso tiempo adicional que permita la llegada de un hí­gado adecuado para el trasplante.