Los ictus menores son más…

Numerosas personas que sufren ‘miniaccidentes cerebrovasculares’ se enfrentan a discapacidades graves y persistentes, aunque la afección por lo general se considera demasiado leve para tratarla, según un informe publicado en la revista Stroke.

Un equipo de investigadores halló que entre casi 500 pacientes con ataque isquémico transitorio (AIT), el 15% sufrí­a al menos una discapacidad menor tres meses después del evento. Se considera una discapacidad menor aquella que evita que un sujeto realice actividades que antes hací­a, como conducir, pero que no limita la gestión de los asuntos personales. Imágenes por tomografí­a computarizada hallaron que algunos pacientes tení­an vasos sanguí­neos estrechados en el cerebro, mientras que otros tení­an sí­ntomas continuos o que empeoraban. Los pacientes con estos problemas tení­an más del doble de riesgo de sufrir una discapacidad 90 dí­as después del AIT.

Los pacientes con el mayor riesgo son los que sufren una serie de ictus menores. El 53% de esos pacientes presentan una discapacidad, frente al 12% de los que sufrieron un único ictus menor. El estudio enfatiza la urgencia de un diagnóstico y tratamiento rápidos para todos los pacientes con AIT y accidentes cerebrovasculares, para reducir la recurrencia y mejorar los resultados.