Los expertos alertan de que…

El 20% de los ataques de anafilaxia, una reacción alérgica que pone en riesgo la vida del paciente, se manifiestan de forma silenciosa, es decir, no producen erupciones en la piel, lo que complica el poder detectarlos a tiempo, factor que puede ser determinante, ya que algunas personas pueden morir en cuestión de minutos.

Así­ lo manifestó el alergólogo Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Ceu San Pablo, durante la presentación en rueda de prensa de la Guí­a de Anafilaxia para Pacientes, y de la segunda edición de la Guí­a Galaxia, orientada a profesionales, con motivo de la celebración de la Semana Mundial de la Alergia. Por su parte, la doctora Montserrat Fernández, jefa del Servicio de Alergia del Hospital Clí­nico San Carlos, explicó que “la anafilaxia es una explosión alérgica que afecta de forma rápida a todo el organismo y puede llegar a ser fatal”. Uno de sus peligros es que en ocasiones se manifiesta por insuficiencia respiratoria, problemas digestivos o cardiovasculares.

Su prevalencia es más elevada de lo que se puede pensar en un primer momento. Así­, según comentó la doctora, tres de cada 1.000 personas sufren en su vida una crisis de anafilaxia, y ocasiona la muerte de uno de cada 100.000 habitantes. Además, uno de cada 1.000 visitas a urgencias y 1,5 de cada 5.000 ingresos hospitalarios se deben a esta causa. “Estas cifras, en los niños pequeños pueden multiplicarse por cuatro”, añadió la doctora Fernández.

Las dos causas más frecuentes de anafilaxia son, en primer lugar los fármacos, seguida de alimentos, aunque este orden se invierte en el caso de los niños. Muy de lejos se sitúan las picaduras de insectos, así­ como la presencia en algunos alimentos de parásitos como el anisakis.