Los ‘corazones lentos’ no suponen un mayor riesgo cardiovascular
El corazón humano late, por lo general y en lo que a los adultos se refieren, a un ritmo de 60 a 100 pulsaciones por minuto. Sin embargo, hay personas en las que esta frecuencia es inferior a los 50 latidos por minuto, lo que puede conllevar que el corazón no bombee suficiente oxígeno a los tejidos y, en consecuencia, se experimente una falta de aliento, desvanecimientos o dolor torácico.
Sin embargo, esta baja frecuencia de latidos, conocida en la terminología médica como ”˜bradicardia”™, no supone un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico Baptista Wake Forest en Winston-Salem (EE.UU.) y publicado en la revista «Journal of American Medical Association Internal Medicine». Como explica Ajay Dharod, director de la investigación, «para una gran mayoría de personas cuyo ritmo cardiaco se encuentra entre las 40 y las 60 pulsaciones y que, además, no presentan síntomas, el pronóstico es muy bueno. Así, nuestros resultados deberían tranquilizar a aquellas personas diagnosticadas de bradicardia asintomática».