Los cientí­ficos hallan una mutación…

En la imagen, una persona sostiene en sus manos una cinta métrica.Investigadores del Hospital de Niños de Boston (EE.UU.) acaban de identificar una causa genética de la obesidad severa que, aunque poco frecuente, plantea nuevas preguntas sobre la ganancia de peso y el consumo de energí­a en la población obesa general. La investigación, publicada en la revista ‘Science’, se realizó con estudios genéticos de varios grupos de personas obesas y experimentos en ratones.

Los ratones con la mutación genética ganaron peso, incluso comiendo la misma cantidad de alimentos que sus homólogos normales. El gen afectado, Mrap2, tiene una contraparte humana (MRAP2) y parece estar implicado en la regulación del metabolismo y el consumo de alimentos. «Estos ratones no queman grasa», subraya el investigador principal del estudio Joseph Machdub, jefe de Endocrinologí­a de Niños de Boston. «Los ratones con la mutación genética ganaron más peso y encontramos mutaciones similares en una cohorte de personas obesas». La proteí­na creada por el gen Mrap2 parece facilitar la señalización a un receptor en el cerebro llamado Mc4r, lo que ayuda a aumentar el metabolismo y disminuir el apetito como parte de una mayor cadena de señalización implicada en la regulación de la energí­a.

Las células grasas producen la hormona leptina, que provoca a los receptores en el cerebro para instigar a la producción de una segunda hormona, aMSH. Mc4r detecta esta hormona con la ayuda de Mrap2, lo que lleva a una disminución del apetito y el peso. Las mutaciones en esta cadena de señalización, incluidas las mutaciones en Mc4r, son conocidas por aumentar la probabilidad de la obesidad.

Machdub, autor principal junto a Masato Asai, ahora en la Universidad de Nagoya, en Japón, y su equipo estudiaron ratones con el gen Mrap2 eliminado tanto en general como sólo en el cerebro. En ambos casos, los roedores crecieron hasta aproximadamente dos veces su tamaño normal, un aumento de peso que fue mayor cuando ambas copias de Mrap2 fueron eliminadas, pero los ratones todaví­a mostraban un incremento de peso y del apetito con una copia funcional del gen.

Por último, el aumento de peso fue más pronunciado en los machos que en las hembras, además de que los ratones sin Mrap2 ganaban peso más exageradamente a pesar de llevar la misma dieta alta en grasa que los ratones normales.