Los cientí­ficos descubren que la…

En la imagen, un paciente con migraña.La migraña puede tener efectos duraderos en la estructura del cerebro, según concluye un estudio publicado hoy en la edición digital de ‘Neurology’, que además muestra que estos erectos son más fuertes en los pacientes con migraña con aura.

“Tradicionalmente, la migraña ha sido considerada un trastorno benigno y sin consecuencias a largo plazo para el cerebro -explica el autor del estudio, Messoud Ashina, de la Universidad de Copenhague en Dinamarca-. Nuestra revisión y metaanálisis de los estudios sugiere que el trastorno puede alterar permanentemente la estructura del cerebro de varias maneras”. Durante esta investigación, los expertos encontraron que la migraña eleva el riesgo de lesiones cerebrales y provoca alteraciones en la sustancia blanca y el volumen cerebral en comparación con las personas sin el trastorno.

Para el metaanálisis, los investigadores revisaron seis estudios basados en la población y 13 estudios centrados en las clí­nicas para ver si las personas que experimentan migrañas con o sin aura poseen mayor riesgo de lesiones cerebrales, anomalí­as en silencio o cambios del volumen cerebral en exploraciones de imágenes de resonancia magnética (MRI, en sus siglas en inglés) en comparación con las que no tienen las condiciones.

Asimismo, los resultados mostraron que la migraña con aura incrementa un 68 por ciento el riesgo de lesiones cerebrales en la materia blanca y la migraña sin aura eleva el riesgo en un 34 por ciento, en comparación con aquellos sin migraña. El riesgo de anomalí­as como necrosis miocárdica se incrementó en un 44 por ciento en las personas con migraña con aura frente a las de sin aura.

Además, cambios en el volumen del cerebro son más comunes en personas con migraña y migraña con aura que los que no padecen estos intensos dolores de cabeza periódicos, que afectan a alrededor de entre el 10 y el 15 por ciento de la población general y puede causar una carga personal, laboral y social sustancial. “Esperamos que con más investigación, podamos aclarar la asociación de los cambios en la estructura del cerebro para atacar la frecuencia y la duración de la enfermedad. También queremos saber cómo estas lesiones pueden influir en la función del cerebro”, concluye Ashina.