Los cardiólogos no recomiendan el…

No existe todaví­a evidencia cientí­fica sólida que corrobore que el cigarro electrónico es una herramienta eficaz y segura para dejar de fumar. Así­ lo pone de manifiesto una revisión bibliográfica desarrollada por un grupo de cardiólogos españoles.

El estudio refleja que el cigarrillo electrónico es, en estos momentos, “un artí­culo de consumo con ciertas similitudes con el cigarro convencional, insuficientemente regulado y que contiene sustancias potencialmente tóxicas y farmacoactivas en cantidades desconocidas”. En este sentido, Jaime Fernández de Bobadilla, uno de los autores de la revisión y cardiólogo de La Paz, explica que el debate actual sobre el cigarrillo electrónico oscila entre dos escenarios: como dispositivo terapéutico y como producto de consumo. “En el primer caso, serí­a necesaria una regulación por parte de las agencias del medicamento y, en el segundo, su comercialización deberí­a seguir una regulación igual de restrictiva que la del tabaco”, apunta este especialista.

 

Mediante este trabajo, los autores dan respuesta a cuál debe ser el posicionamiento de los cardiólogos ante el cigarrillo electrónico. “Es un dispositivo que se ha puesto de moda y por el que preguntan nuestros pacientes en consulta”, señala Regina Dalmau, del Servicio de Cardiologí­a de La Paz y miembro del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo. “Por este motivo, es importante que quede claro que su eficacia y seguridad no están demostradas y que existen otras fórmulas para dejar de fumar que sí­ que han mostrado su utilidad”, añade.

Pese a que dejar de fumar es una prioridad en la prevención de enfermedades cardiovasculares, su reducción no es suficiente para reducir el riesgo cardiovascular, asegura esta especialista. En este sentido, Dalmau explica que un fumador pasivo ya tiene un 20-30% más de riesgo de sufrir un infarto que una persona que no está sometida a un ambiente cargado de humo del tabaco. “Por lo que en un fumador, aunque consuma poco, el porcentaje es mayor”, matiza.