Las sociedades científicas abogan por el ‘cierre’ de las unidades médicas que no cumplan los estándares de calidad
El presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Famcme), Carlos Macaya, apostó por el “cierre”, la “alianza” o la “reconversión” de las unidades o servicios médicos que no cumplan con los estándares de calidad establecidos, que además, añadió, están fijados muchas veces “a la baja”.
“Aquellas unidades (médicas) que no cumplan los estándares de calidad, que son a la baja, deben ser, como mínimo, cuestionadas”, afirmó Macaya en la presentación en Madrid de un documento sobre ‘El papel de las sociedades científicas en el Sistema Nacional de Salud’. En su intervención, el presidente de Facme explicó que ese cuestionamiento puede traducirse en “sacar tarjeta amarilla” a las unidades o servicios hospitalarios que no cumplen los mínimos de calidad establecidos para que se sepa que no están haciendo las cosas bien, y si aun así no responden, habría que tirar de “tarjeta roja”.
Esto “implicaría el cierre de unidades, probablemente, su reconversión o la alianza” entre ellas, reconoció el presidente de las sociedades científicas españolas, que entiende que “lo que no se puede hacer es permanecer pasivo y permitir que haya unidades asistenciales que no cumplan unos estándares de calidad”, mínimos, generalmente, cuando se fijan.
Uno de los ítems que según indicó Macaya marcan los estándares de calidad de una unidad o centro de atención médica viene dado por la cantidad de intervenciones que realiza, de forma que, ejemplarizó, un cirujano que practica 20 intervenciones coronarias al año no ofrece mucha confianza. Preguntado por las repercusiones laborales que tendrían estas medidas, Macaya afirmó que no se traducirían en despidos, ya que lo normal sería reubicar a las plantillas en los nuevos centros, reconvertidos o agrupados.
En la misma línea que el presidente de Facme se manifestó Rafael Bengoa, director de DBS Health (entidad colaboradora en el trabajo sobre las sociedades científicas), quien puso como ejemplo la reducción de 18 a 8 centros de ictus en Londres. “Lo que vamos a ver en las grandes capitales son movimientos de concentración” para mejorar la calidad asistencial y los costes, vaticinó Bengoa, exconsejero de Sanidad del País Vasco.