La localidad madrileña de Las Rozas celebró el pasado fin de semana la Copa de Europa en Silla de Ruedas más internacional de sus 39 años de historia, ya que reunió a jugadores procedentes de 21 paí­ses y de cuatro continentes (Europa, América, ífrica y Oceaní­a).

La competición se clausuró el domingo con la celebración de los partidos finales. El nivel de este deporte ha subido hasta tal punto que todos los equipos de la más prestigiosa competición continental de clubes de baloncesto en silla de ruedas cuentan con jugadores foráneos en sus plantillas, hasta sumar un total de 34, por los 30 que se congregaron en la edición del año pasado, disputada en Valladolid y que ganó el Galatasaray.

Los paí­ses más representados fueron Alemania e Italia, con 14 jugadores cada uno, seguidos de España (11), Francia (10), Reino Unido y Turquí­a (7), Estados Unidos (6), Polonia y la República Checa (3) y Argelia, Argentina, Australia, Bélgica, Colombia, Holanda, Lituania, Marruecos, Puerto Rico, Rumaní­a, Senegal y Suecia (1). De estos 87 deportistas, un total de 34 son extranjeros en sus respectivos equipos (un 39%), lo que da un promedio de más de cuatro baloncestistas en silla de ruedas por plantilla nacidos en paí­ses diferentes a los de los clubes en los que juegan. En este capí­tulo, Reino Unido es el paí­s que aporta más deportistas extranjeros (siete), seguido de Estados Unidos (seis), Polonia y la República Checa (tres), España (dos) y Alemania, Argelia, Argentina, Australia, Bélgica, Colombia, Holanda, Lituania, Marruecos, Puerto Rico, Rumaní­a, Senegal y Suecia (uno).