Las roturas de los dientes…

Las roturas de los dientes de leche pueden afectar al desarrollo de los dientes definitivos, según advirtió la Fundación Vitaldent con motivo del Dí­a Internacional del Niño, que se celebra hoy.

Por este motivo, recomienda acudir lo antes posible al odontólogo, aunque al niño no le duela, para prevenir problemas, principalmente si el diente de leche cambia de color o sale una pequeña fí­stula o granito en la encí­a.
Según recordó el director médico de Vitaldent, Gustavo Camañas, las caí­das o golpes en los menores son muy frecuentes, y por tanto también lo son las fracturas dentales. “Tras la rotura de un diente de leche, aunque al principio el niño llorará mucho, a los dos o tres dí­as le dejará de doler. Sin embargo, durante este tiempo el diente puede ir cambiando de color o volverse negro. Esto indicará que se ha producido una necrosis pulpar, es decir, que el diente ha perdido su vitalidad”, explicó. “Estos son los casos peligrosos, porque cuando el tejido dental se pudre, afecta siempre al diente que viene detrás, es decir, al definitivo”, alertó Camañas. “Por este motivo, siempre que haya una rotura, hay que acudir al odontólogo inmediatamente para evitar llegar a ese punto”.

 

En cualquier caso, Camañas recordó que “lo primero que hay que hacer es comprobar si el diente roto es de leche o definitivo, y si está simplemente fracturado o si se ha perdido completamente, ya que el procedimiento de actuación de los padres debe ser distinto”. Según el experto, si con la caí­da o el golpe el diente se sale completamente de la boca (avulsión dental), tanto si se trata de una pieza de leche como si es definitiva debe recogerse. Este gesto debe realizarse sin tocar la raí­z y el diente debe guardarse en un entorno húmedo, como leche, suero fisiológico o, incluso, debajo de la lengua, ya que la saliva realiza una muy buena acción protectora.