Las rarezas de los Juegos…

Las medallas, las controversias y el entusiasmo desmedido del público han acaparado los titulares de los Juegos Paralí­mpicos de Londres 2012, pero son muchos los detalles que han sembrado un gran signo de interrogación entre los espectadores.

Varios de los deportes paralí­mpicos surgen de adaptaciones a sus pares olí­mpicos, como la natación, el ciclismo, y el atletismo. Pero uno de los deportes más populares, como la gimnasia, no tiene su versión paralí­mpico, por lo menos en los Juegos.

‘Los deportes que están incluidos en el programa han evolucionado con el paso del tiempo y cuentan con un número de atletas que lo practican en un mí­nimo de continentes’, explicó una de las atletas paralí­mpicas más laureadas, la británica Tanni Grey-Thompson. ‘Seguramente muchas personas discapacitadas practicarán este deporte, pero imagino que todaví­a no hay suficientes en este momento’.

Tampoco hay boxeo, pero no quiere decir que en el futuro no exista la posibilidad de que sean admitidos. En Rio de Janeiro, por ejemplo, debutará el triatlón.

¿Por qué no se presentan a los atletas?

Durante los Olí­mpicos, la mayorí­a de los atletas fueron presentados en los estadios antes de competir, especialmente durante las sesiones de atletismo.

Pero durante los Paralí­mpicos, este honor es reservado para unos pocos, y la mayorí­a son los representantes del paí­s anfitrión.

¿Por qué? Por el amplio número de modalidades que se están llevando a cabo al mismo tiempo. Serí­a prácticamente imposible no interrumpir la concentración de los atletas que están compitiendo y ‘no terminarí­a nunca’, como resaltó el periodista de la BBC Tony Garret.

Un récord mundial sin haber ganado

Un atleta puede llegar segundo, e incluso fuera del podio, y establecer un nuevo récord mundial.

Este fue el caso del sudafricano Arnu Fourie, quien en una de las series de los 200 metros planos T44 batió el récord mundial al llegar en segundo lugar por detrás del estadounidense Blake Leeper. Pero Leeper no superó ninguna marca.

Muchos se rascarán la cabeza y se preguntarán cómo es posible. La respuesta es que en muchas pruebas participan atletas con diferentes discapacidades y los récords corresponden a sus respectivas clasificaciones.

Fourie, amputado de una sola pierna (T43), corrió la distancia en 22’57 participando en una prueba para atletas con las dos piernas amputadas (T44). Los organizadores juntaron ambas categorí­as por la falta de atletas en la T43.

Las extremidades no siempre son importantes

La polémica que generó el sudafricano Oscar Pistorius tras perder la final de 200 metros planos (T44), justificando su derrota al tamaño de las prótesis del brasileño Alan Fontales Oliveira, tal vez den la impresión que las prótesis y su configuración ofrecen siempre una ventaja.

Pero está muy lejos de serlo, por lo menos no es así­ en todos los deportes. En natación y voleibol son muchos los atletas que se despojan de sus prótesis habituales para poder competir, mejorando su rendimiento.

‘No hay ningún tipo de ventaja en usar las prótesis en la piscina’, dijo Garret, agregando que ‘hasta se podrí­an hundir’.

Ni NBA ni ‘dream team’

Sea en los Olí­mpicos o en los Paralí­mpicos, o en cualquier lugar del mundo, la cancha de baloncesto tiene exactamente el mismo tamaño (28×15 metros) y los aros se encuentran a la misma altura (3,05 metros).

Lo que quiere decir que los jugadores en silla de ruedas, los Paralí­mpicos, tienen que lanzar la pelota a más distancia y anotar se hace más difí­cil.

‘Cuando el deporte fue creciendo se quiso modificar la menor cantidad de reglas posibles para mantenerlo lo más idéntico al deporte’, explicó Grey-Thompson. ‘pienso que no serí­a lo mismo si bajaran la altura de los aros’:

El otro punto positivo es que al mantener las caracterí­sticas el baloncesto es un deporte que se puede jugar en cualquier parte.

La pelota rebota dos veces

Si han visto un partido de tenis en silla de ruedas se habrán dado cuenta que la principal diferencia es que la pelota puede rebotar dos veces antes de que el jugador la devuelva.

Y el segundo rebote puede ser adentro o fuera de las lí­neas que limitan la cancha.

Garret comenta que de esta forma el jugador puede colocar la silla en la posición correcta.

‘Maniobrar la silla de ruedas es la mitad de la batalla, aunque los mejores jugadores tratan de jugar a un sólo rebote’, explicó.

Soldadores en el banquillo

En cada deporte hay un gran equipo de entrenadores, técnicos, médicos y utileros que ayudan a los atletas a dar lo mejor de si.

Pero en eventos como el baloncesto y el rugby paralí­mpico hay una figura que es fundamental durante los partidos: el soldador. Su trabajo es arreglar rápidamente las sillas de ruedas que se rompen durante la batalla sobre la cancha.

‘Es como un equipo de Formula Uno,’ ironizó Garret, pero lo cierto es que su presencia es vital para el desarrollo de los juegos.

Nalgas en el suelo

En el voleibol sentado hay una regla en la que se especifica que una parte del cuerpo del jugador, entre las nalgas y el hombro, debe estar en permanente contacto con el suelo cuando se golpea la pelota.

Grey-Thompson explica que la norma trata de nivelar las diferentes discapacidades entre los jugadores, ya que si a uno se le permitiera levantarse sobre su muñón los equipos sólo seleccionarí­an a un tipo de jugador en detrimento de otros con mayor discapacidad.

De esta forma hay una variedad de atletas y no es extraño que haya jugadores que suelen levantarse y caminar para celebrar los puntos.