Estos datos se han dado a conocer durante la presentación de la primera página web adaptada a personas con discapacidad intelectual www.nomasabuso.com, creada por la Fundación Carmen Pardo-Valcarce y la Fundación Mapfre y con la colaboración de la Consejerí­a de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.

‘Las personas con discapacidad intelectual son significativamente más vulnerables ante una situación de abusos’, ha afirmado Martorell, que ha indicado que esta situación se debe a una ‘mayor dificultad’ a la hora de denunciar estos casos, porque en ocasiones las ví­ctimas ‘no saben lo que les está ocurriendo, cómo expresarlo o se le otorga poca credibilidad a su testimonio’.

Martorell ha subrayado el importante grado de dependencia de estas personas en el ámbito familiar o en los centros a los que acuden, lo que incide en el hecho de que no sean ellas las que se movilicen para denunciar los abusos, sino que dependen de terceras personas.

Así­, los familiares ‘en su afán por protegerles, tienden a ocultar los hechos e incluso a no creer su testimonio’, por lo que no denuncian y cuando lo hacen las declaraciones de las ví­ctimas, que frecuentemente son la única prueba del abuso, son confusas, con lo que los delitos quedan impunes.

A todo esto se suma, según la directora de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, que los datos con los que cuentan apuntan a que los abusos tienen lugar, en un alto porcentaje, dentro del propio núcleo familiar o en los centros ocupacionales a los que acuden.

Ante esta realidad, la Fundación Carmen Pardo-Valcarce y la Fundación Mapfre han puesto en marcha esta web enfocada a las personas con discapacidad intelectual, su familia y los profesionales que les atienden, para que sepan cómo actuar ante una situación de abusos o maltrato.

En la creación de esta web ha participado un equipo de personas con este tipo de discapacidad, el ‘Grupo de Derechos’, que junto a expertos, psicólogos y miembros de la guardia civil han colaborado en la redacción de los contenidos con el objetivo de hacerlos comprensibles.

‘Durante un año nos hemos reunido semanalmente para conseguir una lectura fácil de frases muy complicadas para explicar en qué situaciones hay que pedir ayuda y cómo hacerlo’, ha explicado José Gómez, que forma parte de este ‘Grupo de Derechos’.

La página ofrece un número de teléfono al que llamar ante esta situación y enseña a identificar los abusos. ‘Cuando una o varias personas te obligan a hacer algo que no quieres o te manipulan para que hagas algo que no quieres o te causan dolor o te humillan’.

Además, explica los pasos a seguir para denunciar los hechos y ofrece acompañamiento y apoyo para llevar a cabo este trámite y superar la experiencia vivida.

Para el director del Instituto de Acción Social de Mapfre, Fernando Garrido, esta herramienta es ‘un gran paso para la plena integración de las personas con discapacidad’ y ‘va a ser una forma de prevenir los abusos, de poder pararlos si se están produciendo y de conseguir que los delitos no queden impunes’.

Por su parte, la directora general de la Mujer, de la Consejerí­a de Asuntos Sociales de la CAM, Laura Ruiz, ha mostrado su apoyo a esta iniciativa y ha anunciado que el gobierno regional ampliará este otoño las plazas de emergencia para acogida de ví­ctimas de violencia sexual a personas con discapacidad intelectual.

En los últimos dos años, la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, a través de la Unidad de Atención a Ví­ctimas con Discapacidad Intelectual (UAVDI) ha atendido 70 casos de abusos a personas con discapacidad intelectual. De ellos, el 45 por ciento son menores y 6 de cada 10, mujeres.

La directora de la UAVDI, Marí­a Recio, ha lamentado que hasta hace poco las bases de datos de la Guardia Civil no especificaban si la ví­ctima de un abuso padecí­a una discapacidad o no, por lo que resulta complicado elaborar un censo fiable.