Las infecciones comunes podrí­an aumentar…

En la imagen, un mayor con problemas de memoria.La exposición a infecciones comunes está vinculada con la función de la memoria y el cerebro, incluso aunque las infecciones no hagan que la persona infectada enferme, según un estudio presentado en la Conferencia Internacional de Derrame Cerebral 2014, que se celebra en San Diego, California, Estados Unidos.

Los investigadores detectaron que la variación de los niveles de anticuerpos provocados por la exposición a ‘Chlamydia pneumoniae’, ‘Helicobacter pylori’, citomegalovirus y virus del herpes simple 1 y 2 se asociaron con un peor rendimiento cognitivo, incluyendo la memoria, la velocidad de procesamiento mental, el pensamiento abstracto, la planificación y la capacidad de razonamiento. “Estábamos muy interesados en lo que eran los factores de riesgo para el rendimiento cognitivo y el declive”, explica Clinton Wright, investigador principal del estudio y director cientí­fico del Instituto del Cerebro McKnight F. Evelyn en la Universidad de Miami, en Florida, Estados Unidos.

Estudios anteriores ya han vinculado ciertas infecciones con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y la enfermedad de Alzheimer. Los cientí­ficos de este trabajo analizaron si la evidencia de exposición previa a estas infecciones contribuye al rendimiento en pruebas de memoria, la velocidad de pensamiento u otras funciones cerebrales. Los autores del estudio realizaron pruebas de la función del cerebro y tomaron muestras de sangre de 588 personas que participaron en el’ Northern Manhattan Study’. La mitad de los individuos implicados en este análisis realizó las pruebas cognitivas de nuevo a los cinco años.

Por último, los investigadores creen que la exposición a estas infecciones puede estar asociada con un aumento en el riesgo de ictus, así­ como un aumento de la aterosclerosis y la inflamación, destaca Wright, quien también es jefe de la División Trastornos Cognitivos y profesor asociado de Neurologí­a y Epidemiologí­a y Salud Pública en la Escuela Leonard M. Miller de Medicina de la Universidad de Miami.