Las fundaciones piden la adopción…

El Centro Europeo de Fundaciones y la Red Europea de Fundaciones y Donantes (Dafne), en representación de más de 6.000 fundaciones, han reclamado en Bruselas la rápida adopción del Reglamento propuesto hace un año sobre el Estatuto de la Fundación Europea. Estas entidades subrayan que la legislación propuesta (publicada el 8 de febrero de 2012 por la Comisión Europea) facilitará a las fundaciones su apoyo a causas de interés general en toda la Unión Europea.

 

‘En la medida en que la crisis socioeconómica y polí­tica mantiene inalterable su curso en Europa, resulta más importante que nunca que nuestro sector cuente con las herramientas adecuadas para aumentar nuestro compromiso y nuestra influencia’, recalcan desde ambas organizaciones. De acuerdo con el Estatuto, las fundaciones y donantes con actividad en más de un Estado miembro podrán adoptar una nueva forma legal opcional: la Fundación Europea (FE). Pese a que no sustituye a las leyes existentes sobre fundaciones en cada uno de los Estados miembro, ni trata de armonizarlas, la FE reducirá los costes e incertidumbres jurí­dicos de las fundaciones. Al mismo tiempo, permitirá a las fundaciones aunar sus recursos y trasladar su trabajo a una escala europea. Los beneficiarios últimos de estas mejoras serán, añaden, los ciudadanos europeos.
Según señalan, ‘han pasado doce meses desde que se presentó el Reglamento y, sin embargo, ha habido pocos avances en el frente legislativo. Los organismos consultivos de la UE están claramente a favor de la iniciativa’.

El sector fundacional aguarda ahora a que el Parlamento Europeo (PE) vote en los próximos meses a favor del Estatuto. El PE se ha comprometido a apoyar los estatutos europeos para fundaciones, asociaciones y mutualidades, tras firmar la mayorí­a de sus miembros una declaración por escrito en febrero de 2011.
‘Al tiempo que Europa celebra el vigésimo aniversario del Mercado Interior y el Año Europeo de los Ciudadanos, creemos firmemente que el Estatuto permitirá a las fundaciones (y a los ciudadanos que actúan a través de ellas) ejercer su derecho a la libre circulación y continuar construyendo una Europa centrada en los ciudadanos’, concluyen ambas entidades.