La UE recordó este jueves a España otra de las graves consecuencias derivadas de soportar un nivel de paro desbocado. El comisario de Trabajo, Laszlo Andor, alertó de que la viabilidad del sistema de pensiones podrí­a verse en peligro por la tasa de desempleo. «Es el peor punto de partida de la Unión», remarcó en referencia al reto común de todos los paí­ses de lograr un modelo de jubilación sostenible para las generaciones venideras.

El responsable comunitario presentó en Bruselas una serie de directrices para ayudar a los socios a prepararse para el futuro. Tras insistir en que es inevitable alargar la vida laboral, recomendó a los ciudadanos suscribir planes privados porque los subsidios públicos serán «más bajos».

Andor, que en todo momento justificó una jubilación más tardí­a por el aumento de la esperanza de vida, explicó que el paro es el «mayor problema» para el futuro de las pensiones en España. La tesis del comisario se apoya en que el principal pilar para garantizar un sistema saludable pasa por contar con una amplia base de cotizantes. En cualquier caso, admitió que la reforma llevada a cabo el año pasado para ampliar la vida laboral hasta los 67 años apunta en la buena dirección. A su juicio, esta extensión deberí­a contribuir de forma decisiva a hacer «viable» el modelo.

Ante la estrecha relación entre desempleo y pensiones, el responsable húngaro también analizó la reforma laboral aprobada por el Gobierno español.

Andor aplaudió «cualquier» modificación que permita reducir «la segmentación» y refuerce las oportunidades para los jóvenes. Pese a su apuesta por la flexibilidad, agregó que este tipo de medidas deben ir acompañadas de una mayor «protección». «A su vez, es importante invertir en formación profesional y en un mejor funcionamiento de los servicios de empleo», apostilló.

En un plano más general, el comisario divulgó sus recomendaciones para que los paí­ses apuntalen el futuro de las pensiones. Su principal receta pasa por retrasar la edad de jubilación, una decisión que algunos gobiernos se resisten a tomar. De hecho, solo seis paí­ses -entre ellos España- han fijado en los 67 años el lí­mite para retirarse después de 2020. En algunos casos, como Reino Unido y Hungrí­a, la vida laboral se ha prolongado incluso hasta los 68. Andor también insistió en la necesidad de restringir las jubilaciones anticipadas y en fomentar la igualdad de sexos. Bélgica, por ejemplo, permite a los mujeres acceder a los subsidios dos años antes que a los hombres.

Pese a la dificultad social de estas medidas, Andor reconoció que en el futuro las pensiones serán «más bajas». Esta situación está muy relacionada con la evolución demográfica. Bruselas calcula que en 2060 habrá dos trabajadores por cada jubilado, mientras que en la actualidad el volumen de empleados es el doble. En relación al PIB, las pagas ascienden actualmente el 10% en toda la UE, una proporción que también crecerá sustancialmente. Por todo ello, el comisario abogó por suscribir planes privados que complementen los ingresos procedentes de las arcas públicas.

Esta recomendación irá acompañada de cambios legislativos ya que distintos fondos de pensiones se vieron muy castigados por las crisis financiera.