La UCM traslada a FAMMA…

Rectorado UCMFAMMA-Cocemfe Madrid denuncia que ante la solicitud de información a la Universidad Complutense sobre su intención de restablecer el servicio de apoyo sociosanitario, este organismo ha demostrado una vez más su total deshumanización a la hora de abordar un asunto de este calibre cuando desde la propia universidad, afirman que “si yo me rompo una pierna y tengo que ir a clase, me busco la vida”.

Estas palabras, hirientes y llenas de desprecio hacia las personas afectadas por la supresión de este servicio de apoyo, contrastan con la imagen que la universidad madrileña pretende hacer ver en su comunicado del pasado jueves, en el que se autoproclama como “pionera en la promoción de la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad en el ámbito universitario” y se congratula de desarrollar “un importantí­simo número de ajustes y adaptaciones curriculares no significativas no exigidas por ley”.

Las malas maneras utilizadas por la universidad para atender al requerimiento no sorprenden a la Federación tras el enví­o del comunicado, que muestra claramente la intención de la Universidad de no asumir en ningún momento la responsabilidad de garantizar a estos estudiantes la posibilidad de cumplir con sus necesidades fisiológicas. La mala gestión de la Universidad, cuya deuda en 2010 era ya de 150 millones de euros, con un déficit de 50 millones ese mismo año y de 35 millones en 2011, les dificulta ahora poder facilitar una ayuda asistencial que cuesta 500 euros al mes.

“Es increí­ble que además de estar pasando por alto unas obligaciones de garantí­a de derechos amparados por la Ley Orgánica de Universidades para con sus estudiantes con discapacidad, muestren una actitud chulesca y un absoluto desprecio a la situación de estos alumnos, que lo único que están pidiendo es que se les permita vivir una vida estudiantil lo más normalizada posible”, afirma Javier Font, presidente de FAMMA-Cocemfe Madrid.

La Federación resalta que es impresentable e indigno, responsabilizar de esta situación a la Ley de Dependencia como instrumento para evadir su propia responsabilidad legal,  como también es impresentable e indigno, el contexto general del comunicado que intenta confundir a la opinión pública de manera torticera  y engañosa.

Esta sensación de desprecio queda en evidencia una vez más cuando desde la Complutense afirman que “sólo son siete alumnos” los afectados, cuando desde la Federación consideran que “una sola persona afectada por una situación como ésta deberí­a ser suficiente para que un organismo como la Universidad reconsiderase su posición y acabase de una vez con una realidad que está minando la dignidad de varios estudiantes con discapacidad”.   

El presidente de la Federación ha remitido varios escritos e intentado ponerse en contacto telefónico con el rector de la Universidad sin éxito alguno, por lo que la organización está valorando llevar a cabo acciones legales, a la vez que movilizaciones con otros sectores de la Universidad para reclamar la vuelta de este servicio. El único contacto que se mantiene con la Universidad es a través del gabinete de comunicación que realizar las labores de portavoz de dicha universidad.

La organización quiere también solidarizarse con otros sectores de la Universidad que se encuentran tratados con total desprecio por el actual rector de la UCM.