La supervivencia al cáncer podría disminuir por no aplicar los nuevos tratamientos
La supervivencia al cáncer en nuestro país podría reducirse en los próximos años. La razón, las restricciones adoptadas por las Administraciones a la hora de incorporar los nuevos tratamientos innovadores. Y es que, como ha recordado Antonio Antón, patrono de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (Fundación ECO), con motivo del Foro ‘Por una atención oncológica de calidad. El valor de la innovación’ celebrado recientemente, “en el presente año no se ha aprobado ningún tratamiento oncológico”.
De no modificarse la actual tendencia, la situación podría resultar dramática. Así, y a modo de ejemplo, los especialistas citan el caso de Reino Unido, donde las políticas restrictivas de prescripción adoptadas en la última década han dado lugar, entre otras circunstancias, a que la media británica de supervivencia al cáncer haya disminuido en los últimos años.
Como apunta Antonio Antón, “la situación es inexplicable; en el caso de las nuevas indicaciones, se trata de tratamientos que ya están en los hospitales, pero que no se pueden utilizar por falta de aprobación del precio para la nueva indicación aunque dicha aprobación repercutiría en un abaratamiento del coste, ya que lógicamente no se iba a aprobar el precio por encima de las indicaciones que sí tienen precio adjudicado anteriormente”.
A ello se suma la falta de equidad en el acceso a los tratamientos, que si bien se ha acentuado por la actual crisis económica, es un problema que tiene su origen hace ya muchos años. Como explica Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), miembro de Somos Pacientes, “en cada comunidad autónoma gestionan sus presupuestos sanitarios de forma independiente y se están cometiendo irregularidades en la forma en que cada comunidad, provincia o incluso hospital fija los criterios de acceso a los tratamientos, especialmente a los más innovadores, que a día de hoy son los más costosos”.
Es más; como recuerda Barragán, “se están reevaluando indicaciones de tratamientos ya aprobados y estableciendo limitaciones en el uso de muchos de ellos, lo que lleva a situaciones de auténtica desigualdad; así, cada vez es más frecuente encontrar en una misma ciudad hospitales que niegan tratamientos y, a poca distancia, otros que los aprueban”.
Un problema adicional es la falta de adjudicación de presupuesto destinado a la innovación una vez es aprobada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Tal es así que cuando se aprueba un nuevo tratamiento y no hay un presupuesto específico para su incorporación a la práctica clínica, no puede ser asumido por el Sistema Sanitario.
Por todo ello, los especialistas reclaman a los decisores políticos y gestores sanitarios que establezcan prioridades y planifiquen el acceso a la innovación. No en vano, recuerda el Dr. Eduardo Rubio, vicepresidente de la Fundación ECO, “solo así podremos evitar que disminuya la tasa de supervivencia al cáncer con la que contamos en la actualidad en España, que se encuentra por encima de la media de supervivencia de otros países de nuestro entorno”.