La subida de las pensiones,…

La nueva tributación del IRPF no sólo va a mermar la nómina de los trabajadores por cuenta ajena, sino también afectará las pensiones que superen los 9.000 euros anuales. A pesar de la subida del 1% por parte del Gobierno de Rajoy, los nuevos tipos se comerán parte de esa subida en la mayorí­a de los casos y, en otros, una pérdida del poder adquisitivo con respecto a 2011.

Así­, el Ministerio de Empleo y Asuntos Sociales ha enviado una carta a los 853.072 perceptores de las pensiones más altas en la que les explica cómo les va afectar la subida del IRPF aprobada en diciembre del año pasado para reducir el déficit.

De esta manera, la pensión más alta del Sistema se queda en 2.016,55 euros al mes, tras aplicarle una retención del 20,07 %, frente a los 2.522,98 que se fijó como cuantí­a máxima a finales de 2011.

Según Empleo, por tipo de prestaciones, el cambio en el IPRF repercutirá en mayor medida sobre los perceptores de una pensión de jubilación (729.984 casos), seguidos de los titulares de una pensión de viudedad (95.191); incapacidad (27.200) y favor familiar (697).

Los técnicos de Hacienda (Gestha) destacan que la actualización de las pensiones apenas se notará en el bolsillo de los jubilados, y en algunos casos se verá incluso neutralizada por la subida de impuestos.

De este modo, y según sus cálculos, en España hay más de un millón de pensionistas (el 13,4% del total) que, al percibir prestaciones por encima de los 22.000 euros durante el pasado año, verán eclipsada su revalorización y terminarán perdiendo poder adquisitivo durante el próximo año.

Esto es así­ porque la revalorización de las pensiones es del 1% frente a la subida en el tramo del IRPF que es del 2%.

Tampoco es para tirar cohetes la situación de los pensionistas que ganen entre 9.500 y 17.700, ya que el incremento de la retención es del 0,75%, frente al 1% de la revalorización. 

La pensión media de jubilación del sistema de la Seguridad Social es de 938,99 euros mensuales, que es poco más de 16.000 euros brutos anuales, mientras que la pensión media es de 824,56 euros, 13.550 euros anuales. 

Poco margen de acción tienen los pensionistas para neutralizar el nuevo IRPF. Las dos opciones más habituales para rebajar la factura con Hacienda es la adquisición por vivienda habitual y la aportación a planes de pensiones. 

El primero por edad y por financiación del mercado no es una opción. El lí­mite máximo deducible se encuentra en 9.015 euros anuales

En cuanto al segundo, desde 2007 y a partir de 65 años el lí­mite fiscalmente deducible es de 12.500 euros anuales, siempre y cuando, y aquí­ viene la letra pequeña, no se haya iniciado el cobro de la prestación. Así­ que para aquellos que ya estén completando su prestación con un plan de pensiones tampoco pueden beneficiarse de ello.