La Rioja, a través de ARPS y Asprodema, se ha unido a la Red Cí­rculos, una iniciativa que se desarrolla junto con otras 19 entidades de Castilla y León, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y del empleo de las personas con discapacidades que viven en los entornos rurales. La iniciativa, que cuenta con fondos del Ministerio de Agricultura y del FEADER, se ha presentado este martes en Logroño. Según ha apuntado el delegado del Gobierno en La Rioja, Alberto Bretón, “se trata de un proyecto que intenta diseñar acciones innovadoras para mejorar las condiciones de vida de los discapacitados en el medio rural”.

Es un “proyecto piloto” y “transregional”, ya que en él participan Castilla y León y La Rioja, “sustentado en la necesaria colaboración entre entidades y administraciones, entre todos los que son actores dentro del mundo de la discapacidad, con un ejemplo también de la colaboración entre lo público y lo privado”.

“Esta iniciativa resulta de especial interés en La Rioja, donde tenemos tantos municipios pequeños, para reflexionar sobre cómo se puede generar empleo y riqueza en el entorno rural, y, más especialmente, el modo de hacer esto para las personas con discapacidad”, ha resaltado el delegado.

El proyecto, que se comenzó a realizar en septiembre de 2010, con la etapa de diagnóstico, está en este momento en fase de ejecución y que se extenderá hasta final de 2013, cuando se produzca el intercambio de experiencias, está dotado con un presupuesto de 950.000 euros, de los que algo más de 781.000 proceden del Ministerio y del FEADER.

Para la gerente de Red Cí­rculos, Marina Pardo, “es importante trabajar en las 20 comarcas en las que lo hacemos, 18 en Castilla y León y dos en La Rioja, que son las que se han detectado carencias con respecto a los discapacitados, sea en un menor grado de atención o en menores oportunidades de empleo”.

La idea, ha dicho, es “abarcar el medio rural desde una perspectiva global”, para lo que se han diseñado un total de diez variables de trabajo: transporte, nuevas tecnologí­as, participación de los discapacitados, participación de las entidades implicadas, género, salud, educación, servicios sociales y empleo”.

Como ejemplos concretos de lo que se está realizando, Pardo ha apuntado “la puesta en marcha de una plataforma on-line de formación para profesionales para que formen luego a discapacitados”; en salud, detectar los problemas que hay en los centros de salud “por posibles problemas de comunicación”.

Igualmente, ha señalado que, en educación, se hace el seguimiento de las personas con discapacidad; o, en la cartera de servicios sociales, “la realización del chequeo de las entidades sobre lo que se está prestando, para irse adaptando luego a las necesidades concretas de cada zona”.

Según ha relatado el gerente de Asprodema, Javier Cavero, “participar en este proyecto es una oportunidad para los discapacitados que hay en La Rioja, de los que un 45 por ciento viven en el entorno rural”.

“Se trata -ha añadido- de generar una red de apoyos, que, al final, suponen la fijación de esta población en el medio rural, creando en su entorno recursos suficientes de empleo, tanto para personas con discapacidad como para las que no la tienen”.

En concreto, en La Rioja se están desarrollando actuaciones en seis de las diez variables diseñadas: nuevas tecnologí­as, participación de las personas con discapacidad, participación de las entidades, género, servicios sociales y, especialmente, empleo, que se desarrollan a cargo de dos dinamizadoras en comarcas de La Rioja Alta y de La Rioja Baja.