La presencia de células sanguí­neas…

La presencia de granulocitos inmaduros entre las células mononucleares de sangre periférica (PBMC, en sus siglas en inglés) de un paciente indica que padece lupus eritematoso sistémico (LES), según revela una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Cientí­ficas (CSIC). Este tipo de células sanguí­neas sólo suelen aparecer en la médula ósea y tras una infección bacteriana.

El hallazgo, que se publica en el último número de Journal of Proteomics coincidiendo con el Dí­a Mundial del Lupus que se celebra hoy, ha comparado el conjunto de proteí­nas (proteoma) de los PBMC de pacientes con lupus e individuos control. Los resultados indican que la proteí­na S100A9 se sobreexpresa en casos de lupus y su actividad está correlacionada con el nivel de granulocitos inmaduros en la PBMC.

Los pacientes con una mayor cantidad de este tipo celular en sangre periférica tienen una mayor prevalencia de manifestaciones cutáneas y vasculitis. según Jaime Sancho, director del del trabajo e investigador del Instituto de Parasitologí­a y Biomedicina López Neyra, del CSIC. El objetivo de la investigación era detectar biomarcadores para el diagnóstico y la evolución.

El LES es una enfermedad autoinmune de origen desconocido que afecta sobre todo a mujeres en edad fértil y que sufren esta dolencia nueve veces más que los hombres. En Europa se calcula que afecta a 40 de cada 100.000 personas.

La sintomatologí­a del lupus es muy variada y puede afectar a cualquier órgano. Sus manifestaciones más frecuentes son las cutaneoarticulares y las dermatológicas. No existe ninguna prueba definitiva que confirme la enfermedad. El diagnóstico se basa en el análisis de la historia clí­nica, en un meticuloso examen fí­sico y en algunas pruebas elementales de laboratorio.

Funcionalmente, los granulocitos inmaduros tienen caracterí­sticas de células proinflamatorias y una gran capacidad para inducir la muerte de células endoteliales. Este factor podrí­a estar relacionado con el alto riesgo de los enfermos de padecer arterioesclerosis prematura y una mayor incidencia de accidentes vasculares.

El hallazgo, elaborado junto con el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC y con con otro equipo del Hospital San Cecilio, de Granada, podrí­a originar una prueba diagnóstica definitiva.