La población mundial con diabetes…

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe sobre la diabetes que indica que la incidencia de esta enfermedad ha pasado de 108 millones de personas en todo el planeta en 1980 a 422 en 2014, lo que supone que casi se ha multiplicado por cuatro y que se ha incrementado un 134%, algo que lleva a esta entidad a hacer una llamada de atención a los paí­ses para frenar este “aumento dramático”.

La OMS hace público este informe, el primero sobre la diabetes, la ví­spera del Dí­a Mundial de la Salud, que este año está dedicado precisamente a esta enfermedad. En él, la organización pone de relieve la necesidad de intensificar la prevención y el tratamiento del problema, muy ligado al sobrepeso y a la obesidad. En concreto, el trabajo señala que el número de personas que viven con diabetes y su prevalencia está creciendo en todas las regiones del mundo. En 2014 unos 422 millones de adultos (el 8,5% de la población) viví­an con esta enfermedad, en comparación con los 108 millones (4,7%) de 1980, lo que supone que la cifra casi se ha multiplicado por cuatro en estos 34 años. La OMS liga la aparición de la diabetes a factores como el sobrepeso y la obesidad y señala en este sentido que en 2014 más de uno de cada tres adultos mayores de 18 años tení­a sobrepeso y más de uno de cada 10, obesidad.

Y advierte de que sus complicaciones pueden desembocar en ataques al corazón, derrames cerebrales, ceguera, insuficiencia renal y amputación de miembros inferiores. Solo en 2012, apunta, la diabetes causó 1,5 millones de muertes en todo el mundo. Muchas de estas muertes (43%), prosigue el informe, ocurren prematuramente, antes de la edad de 70 años, y son en gran medida prevenibles mediante la adopción de polí­ticas para crear entornos favorables a estilos de vida saludables y una mejor detección y tratamiento de la enfermedad.

A juicio de la OMS, una buena gestión de la diabetes incluye el uso de un pequeño conjunto de medicamentos genéricos, intervenciones para promover estilos de vida saludables, educación del paciente para facilitar el autocuidado y la revisión periódica para el tratamiento de las complicaciones a tiempo. En este sentido, Margaret Chan, directora general de la OMS, señala que para hacer progresos en el freno del incremento de la diabetes hay que repensar la vida diaria: “comer de forma saludable, realizar actividad fí­sica y evitar el aumento excesivo de peso”. “Incluso en los entornos más pobres”, incide, “los gobiernos deben garantizar que las personas son capaces de adoptar estas decisiones saludables y que los sistemas de salud son capaces de diagnosticar y tratar a las personas con diabetes”. Y es que alrededor de un siglo después de que se descubriera la hormona de la insulina, el ”˜Informe Mundial sobre la diabetes”™ muestra que los medicamentos esenciales para abordar esta enfermedad, incluyendo la insulina, necesaria para su tratamiento, están generalmente disponibles “en sólo uno de cada tres de los paí­ses más pobres del mundo”, apunta al respecto Etienne Krug, director del Departamento de la OMS para la gestión de las enfermedades no transmisibles, la discapacidad, la violencia y la prevención de lesiones.