La Orquesta Sinfónica de Navarra inicia talleres dirigidos a personas con discapacidad
La Orquesta Sinfónica de Navarra ha iniciado esta semana los talleres del proyecto ”˜Mosaico de sonidos”™ que se dirigen a personas con discapacidad, con el objetivo de acercarles a la música, ayudarles a descubrir sus posibilidades expresivas y, finalmente, participar en un concierto de ciclo de la OSN que se celebrará en febrero de 2017, contribuyendo así a su inclusión social.
El proyecto forma parte de las acciones de responsabilidad social de la OSN Intervienen en los talleres 20 voluntarios de la OSN entre músicos, técnicos, administrativos y personal de los programas de formación Academia Orquestal y Programa de Educación Musical Infantil (PEMI), que coordina el trompista Aritz García de Albéniz. El proyecto ”˜Mosaico de sonidos”™ se articula en torno a ”˜La flor más grande del mundo”™, una composición de Emilio Aragón que ha cedido su uso a este proyecto y que está basada en el cuento homónimo del nobel de Literatura José Saramago. El proceso se inicia con los talleres que se van a desarrollar en cinco entidades: El Molino, Isterria, Anfas, Residencia Javier y Fundación Atena, todas ellas dedicadas a la discapacidad intelectual e integradas en ”˜Plena Inclusión”™.
Son talleres de teatro, coro, percusión, poesía”¦ en los que se involucrarán más de 100 personas con discapacidad intelectual y que se realizarán en dos tandas: 40 talleres de dos horas cada uno de febrero a junio y una cifra similar de septiembre a diciembre. Los talleres se complementan con un gran apoyo del profesorado de los cinco centros. Poco a poco, los alumnos irán conformando una microcomposición que se sumará a la obra original de Emilio Aragón y que protagonizarán en un concierto de ciclo de OSN en el auditorio Baluarte. En escena estarán la Orquesta Sinfónica de Navarra, las personas que han participado en la obra tocando instrumentos sencillos y otros no convencionales, un coro y un narrador del cuento de Saramago ”˜La flor más grande del mundo”™ que empieza así: “Las historias para niños deben escribirse con palabras muy sencillas, porque los niños, al ser pequeños, saben muy pocas palabras y no las quieren muy complicadas”.
