La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado una resolución en su 67ª Asamblea Mundial de la Salud según la cual la psoriasis se describe como ‘una enfermedad crónica, no contagiosa, dolorosa, desfigurante e incapacitante para la que no hay cura’.

Esta resolución supone un respaldo de la OMS a las demandas de las asociaciones de pacientes de psoriasis de todo el mundo para que se mejore el acceso al tratamiento y la atención sanitaria que las personas con psoriasis necesitan y merecen. No en vano, como explica la organización Acción Psoriasis “con esta resolución se insta a los Estados Miembros a fortalecer la sensibilización respecto de la enfermedad y luchar contra la estigmatización que sufren tantas personas con psoriasis”. Es más, la resolución también solicita a la Secretarí­a de la OMS la publicación de un informe global sobre la enfermedad en el que se refleje, muy especialmente, la necesidad de incrementar la investigación y de identificar estrategias que, dirigidas sobre todo a los decisores polí­ticos, permitan integrar el tratamiento de la psoriasis en los servicios existentes de enfermedades no transmisibles para el año 2015. Y es que como recuerda esta organización, “las personas con psoriasis corren riesgos relativamente más altos de padecer enfermedades inflamatorias intestinales, patologí­as cardiovasculares, trastornos hepáticos, obesidad y diabetes. Además, los estudios han documentado que entre esas personas las tasas de depresión y ansiedad son más altas que entre la población en general”.