La OMS calcula que las…

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que el coste económico de las cerca de 600.000 muertes prematuras y todas las enfermedades causadas por la contaminación atmosférica en Europa ascenderí­a a unos 1,6 billones de dólares cada año, unos 1,4 billones de euros, una cifra equivalente a la décima parte del Producto Interior Bruto (PIB) de la región en 2013.

En España, según el informe, que utiliza datos de 2010 y 2012, el coste ascenderí­a a unos 42.951 millones de dólares (unos 38.000 millones de euros), lo que representa el 2,8 por ciento del PIB.

 

El trabajo, el primero que analiza estos parámetros en Europa, ha sido presentado por la Oficina Regional de este organismo de Naciones Unidas para Europa y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con motivo de la reunión de alto nivel sobre salud y medio ambiente que se celebra esta semana en Haifa (Israel).

“La evidencia que tenemos debe servir a las autoridades como razón de peso para actuar. Si los diferentes agentes se unen para combatirlo, no sólo se salvarán vidas, sino que también se traducirá en cantidades sorprendentes de dinero”, ha defendido Zuszanna Jakab, directora regional de la OMS en Europa.

El informe recuerda que más del 90 por ciento de los ciudadanos europeos están expuestos a niveles de partí­culas finas en el aire superiores a las directrices de calidad del aire que fija la propia OMS, lo que se tradujo en 2012 en cerca de 482.000 muertes prematuras por cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

A ellas habrí­a que sumar unas 117.200 muertes adicionales como consecuencia de la contaminación del aire interior, principalmente en paí­ses de bajos ingresos, donde la mortalidad relacionada con esta causa fue cinco veces mayor que en paí­ses más ricos.

Los autores del estudio calcularon que, sólo teniendo en cuenta estas muertes prematuras, el coste en Europa ascenderí­a a unos 1.431.499 millones de dólares (unos 1,2 billones de euros). Sin embargo, a ello habrí­a que sumar un 10 por ciento más de esta cantidad como consecuencia del coste de las enfermedades asociadas.

Por último, en virtud de estos cálculos, en al menos 10 paí­ses de los 53 que componen la región europea este coste superarí­a al 20 por ciento de su PIB nacional.