La OMS alerta de que…

En la imagen, un familiar cuida de un paciente en un centro hospitalario.Actualmente se calcula que en los paí­ses desarrollados hasta uno de cada 10 pacientes que requieren ingreso hospitalario sufre algún tipo de daño durante su estancia fruto de un error o bien por los efectos adversos de su tratamiento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alerta de que tiene consecuencias negativas para su salud.

De hecho, se estima que un 7 por ciento de los pacientes ingresados y hasta un 10 por ciento en el caso de los paí­ses desarrollados puede contraer alguna infección durante su estancia, de ahí­ que este organismo de Naciones Unidas pida reforzar “cada vez más” la seguridad del paciente y preservar la calidad de la atención que se presta. En la Asamblea Mundial de la Salud de 2002 los estados miembros de la OMS adoptaron una resolución sobre la seguridad del paciente y desde 2004, cuando se puso en marcha el Programa de Seguridad del Paciente, más de 140 paí­ses han tratado de solucionar los problemas que plantea una atención sin garantí­a de seguridad.

Sobre todo porque la frecuencia de las infecciones adquiridas durante el ingreso pueden reducirse en más de un 50 por ciento con la adopción de medidas sencillas y de bajo coste para la prevención y el control de infecciones. El problema, según calculan, es que aunque actualmente existen 1,5 millones de dispositivos médicos diferentes y más de 10.000 tipos de dispositivos disponibles en todo el mundo, lamentan que la mayor parte de la población mundial no tiene acceso a ellos cuando los necesita.

De hecho, más de la mitad de los paí­ses de ingresos bajos y medianos-bajos no cuentan con una normativa nacional sobre tecnologí­a sanitaria que pueda garantizar el uso eficaz de los recursos mediante una planificación, evaluación, adquisición y gestión adecuadas de los dispositivos médicos. Pese a estas carencias, en los últimos años se han producido avances, como en lo que respecta al uso de jeringuillas sin ningún tipo de garantí­a de seguridad, lo que se ha reducido un 88 por ciento en una década (entre 2000 y 2010).

Por último, otro motivo frecuente de daño para el paciente son las cirugí­as, sobre todo si se tiene en cuenta que cada año se realizan en el mundo 234 millones de operaciones, con su consiguiente un riesgo de complicaciones, de las que la mitad podrí­an evitarse.