La nanotecnologí­a podrí­a ayudar a…

En la imagen, un dispositivo de nanotecnologí­a.

Las nanopartí­culas podrán no solo diagnosticar enfermedades pulmonares y respiratorias sino también curarlas a través de medicamentos que tendrán incorporados en su estructura. Los enfermos de asma, EPOC, cáncer de pulmón… podrán beneficiarse. Aún así­, la técnica no se probará en humanos hasta dentro de 3 años.

“Son partí­culas duales”, explica Jesús Ruiz Cabello, el jefe de la Unidad de Imagen del CNIC. Por una parte, tienen un sistema de resonancia magnética que ofrece imágenes internas del cuerpo a una altí­sima resolución (RM): “Las particularidades de su núcleo hace que estas partí­culas consigan una mejora en la imagen y reduzcan su toxicidad”. Por otro lado, llevan incorporados medicamentos que se emitirán de forma radiactiva durante 68 minutos de media para “transportar el medicamento localmente”.

Además, se mantienen un largo tiempo en circulación en sangre, “lo que las convierte en una plataforma ideal para el posterior desarrollo de sensores especí­ficos”, asegura Fernando Herranz, uno de los expertos que presentará la nueva herramienta. Estas partí­culas, pasado el periodo de emisión, se reincorporan al organismo del paciente en forma de Cinc, de forma natural, ya que este compuesto está presente en nuestro cuerpo. Ruiz insiste en la importancia de esta investigación, que se diferencia de las habituales partí­culas “mono” que se utilizan ya en nanotecnologí­a y que no son capaces de realizar estas dos funciones.

Por último, el proyecto lo están desarrollando tanto el CNIC como un equipo de expertos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (Ciberes). Acaban de presentar este nuevo proyecto europeo para pedir que pueda implantarse en un futuro en las clí­nicas. Para ello, dice, tendrán que “fabricarlas en condiciones de calidad y con las garantí­as de seguridad” para que puedan desarrollar la tecnologí­a que trabaje con estas partí­culas.