La muerte súbita causa en…

Un paciente, en la imagen, se somete a una prueba cardiológica.

Alrededor de 20.000 españoles fallecen cada año por muerte súbita, diez veces más los que pierden la vida a causa de la siniestralidad vial  -durante el pasado año se registraron 2.060 ví­ctimas en las carreteras del paí­s, según revelan las estadí­sticas de la Dirección General de Tráfico (DGT)-.

Así­ lo revelaron diversos especialistas durante la XII Reunión de la Sección de Electrofisiologí­a y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiologí­a (SEC). ‘Los expertos queremos hacer hincapié en la seriedad de estas cifras, ya que se le da mucha relevancia al riesgo de muerte por accidente y muy poca a la muerte por causa cardiovascular. Es tan importante el conocimiento sobre cómo evitar accidentes de tráfico como el de prevenir y tratar correctamente las enfermedades del corazón’, comentó el presidente de la Sección de Electrofisiologí­a y Arritmias, íngel Moya.

La muerte súbita es una muerte natural que ocurre de forma instantánea o durante la primera hora desde el comienzo de los sí­ntomas, en un paciente con enfermedad previa conocida o sin ella, pero en el que el momento y la forma de la muerte son totalmente inesperados. Estos episodios son responsables del 50% de las muertes cardiovasculares y entre el 15% y el 20% del total de defunciones. Además, las causas de la muerte súbita varí­an según la edad.

Así­, antes de los 35 años, suele deberse a anomalí­as congénitas y, a partir de los 35 años, el 90% de los casos se explica por padecimiento de cardiopatí­a isquémica. No obstante, los casos de muerte súbita son especialmente llamativos en el mundo del deporte que, aunque sólo corresponden al cinco por ciento de los casos, alarman porque afectan a personas jóvenes, sanas y atléticas. ‘En ocasiones se han relacionado estos casos con la toma de sustancias dopantes y, la realidad es que la muerte súbita como consecuencia del dopaje se da solo en casos aislados. La gran mayorí­a de los casos de muerte súbita en deportistas se producen por enfermedades de origen genético. La gravedad del problema estriba en que en la mayorí­a de los casos una exploración mí­nima y un electrocardiograma podrí­an detectar a tiempo el problema, evitando que finalmente tuviera lugar la muerte súbita’, comentó uno de los presidentes del comité local de la reunión y miembro del servicio de Cardiologí­a del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), Felipe Rodrí­guez Entem.