La mortalidad materna ha caí­do…

Las muertes maternas en todo el mundo se han reducido un 44% desde 1990, al pasar de 532.000 fallecimientos en ese año a una previsión de 303.000 en 2015, según un informe hecho público este jueves por la OMS (Organización Mundial de la Salud), Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), Unfpa (Fondo de Población de las Naciones Unidas), el Banco Mundial y la División de Población de la ONU.

Este informe, publicado en la revista médica ‘The Lancet’, es el último elaborado por la ONU para evaluar los avances de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), adoptados en 2000 por 189 paí­ses para reducir la pobreza en 2015, y refleja que la ratio de muertes maternas en el planeta se sitúan ahora en 216 por cada 100.000 bebés nacidos vivos, frente a 385 en 1990. La mortalidad materna se define como el fallecimiento de una mujer durante el embarazo, el parto o dentro de las seis semanas después de dar a luz. La directora general de Familia, Mujer y Salud Infantil de la OMS, Flavia Bustreo, indicó que los ODM conllevaron la puesta en marcha de “esfuerzos sin precedentes para reducir la mortalidad materna”. “Durante los últimos 25 años, el riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo de una mujer casi se ha reducido a la mitad. Eso es un progreso real, aunque no es suficiente. Sabemos que prácticamente podemos poner fin a estas muertes en 2030 y esto es en lo que nos comprometemos a trabajar”, añadió. El logro de este objetivo requerirá de un esfuerzo mucho mayor, según Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Unfpa, quien indicó que “muchos paí­ses con altas tasas de mortalidad materna harán pocos progresos o incluso quedarse atrás en los próximos 15 años si no mejoramos el número actual de parteras disponibles y otros trabajadores de salud con conocimientos de asistencia en el parto”. El informe indica que garantizar el acceso a servicios de salud de alta calidad durante el embarazo y el parto están ayudando a salvar vidas, y menciona como intervenciones sanitarias esenciales practicar una buena higiene para reducir el riesgo de infección, la inyección de oxitocina inmediatamente después del parto para reducir el riesgo de hemorragia grave, identificar y abordar las condiciones potencialmente mortales por el embarazo, como la hipertensión inducida, y asegurar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y la planificación familiar para las mujeres.