La llegada de las notas

Ya está cerca el final de curso y con éste, la llegada a casa del esperado boletín de notas finales, que tantas alegrías y disgustos provoca.
Es de esto, de la llegada de las notas y de como afrontar los resultados, de lo que queremos hablar hoy en nuestra entrada.

Generación tras generación y desde que somos pequeños se nos ha inculcado la importancia de sacar buenas notas. Esto es importante, claro que si, pero hay otros muchos factores a tener en cuenta y que son tanto o más importante que un listado de calificaciones impresas en un papel.
Es importante saber identificar si el niño suspende porque es irresponsable, perezoso, etc. o porque su rendimiento se está viendo afectado por otros motivos. Respecto a esto último es importante no obsesionarse buscando un trastorno, pues detrás no siempre va a haber un TDA o una dislexia, quizá simplemente el niño no está emocionalmente bien.

Un aprobado nos indica que ese niño o niña ha superado la materia y ha adquirido correctamente los contenidos fijados, pero detrás de esto, al igual que de un suspenso, hay mucho más que realizar un examen de manera exitosa. Hay esfuerzo, constancia, responsabilidad, interés, etc. Un montón de aspectos y actitudes que el niño ha tenido a lo largo de todo el curso.
Es cierto que puede aparecer la frustración u otros sentimientos negativos cuando nos encontramos ante calificaciones bajas o que no son las esperadas, pero ante esto hay que echar la vista atrás y hacer un análisis de como el peque ha trabajado durante el curso. ¿Se ha esforzado? ¿Ha sido responsable y organizado?… así como pensar en la propia actitud ante este proceso por parte de los propios padres ¿hemos sido permisivos? ¿Le pedimos demasiado?  ¿Les hemos sobreestimulado? ¿Hemos elogiado sus logros lo suficiente?, etc.
Es decir, aunque es legítimo, no podemos dejar que ese miedo al ver un suspenso tape todo lo demás, pues es un proceso largo y duro en el que hay que tener en cuenta un montón de aspectos, como ya hemos dicho.

Es evidente, que el área académica es una parte importantísima y que una buena formación les prepara para la vida, pero es necesario dejar de pensar en esto como el eje de la vida de los hijos y no prestar tanta atención a los resultados, si no al proceso.
En este punto nos gustaría destacar esto que dice la Psicóloga Maria Jesús Comellas en un artículo de La Vanguardia:

Los educadores aseguran que una frase muy reiterada de los estudiantes es “a mis padres sólo les interesa si estudio, lo demás no les importa nada”. “Cuando focalizas todo en los estudios, cuando lo primero que le preguntas a tu hijo en la puerta de la escuela es qué deberes tienes o qué nota te han puesto en vez de cómo te ha ido el día, o con quién te has relacionado, transmites que te interesa el aprendizaje, no la persona”, dice Comellas.

Lo más importante es acompañarles en este proceso y educarles en la responsabilidad, la voluntad, la constancia y transmitirles lo bonito de aprender. También es necesario hacerles ver que aunque son importantes, las notas no lo son todos ya que esto va a evitar emociones negativas como la ansiedad o la frustración y va a potenciar la motivación y el interés.
Así pues, en el caso de niños y niñas con discapacidad o con Necesidades Educativas Especiales, en los que habitualmente la autoestima y el autoconcepto se ven afectados, es de suma importancia tener en cuenta todo esto.
En la mayoría de los casos suelen ser conscientes de sus dificultades. Las ven en el aula, en el patio, en el parque, en un examen… es suficiente, por lo que es necesario afrontar junto a ellos estos resultados finales de una manera adecuada, reaccionar con empatía y reforzar y destacar esas otras miles de capacidades y habilidades que tienen.

Para terminar, os dejamos una serie de cuentos a partir de los cuales se puede trabajar la frustración con los peques, un sentimiento que tiende a aparecer bastante en estas situaciones.

  • MAPACHE QUIERE SER EL PRIMERO

  • EL LEÓN QUE NO SABÍA ESCRIBIR

  • LA NIÑA QUE NUNCA COMETÍA ERRORES