La inmunoterapia se erige como…

En la imagen, una laboratorio de investigación sobre inmunologí­a.La comunidad cientí­fica es muy cauta a la hora de presentar nuevos avances en el tratamiento de las enfermedades, para no crear falsas esperanzas en los pacientes. Sin embargo, hay ocasiones en que es difí­cil ocultar el optimismo. En el último Congreso de la Sociedad Americana de Oncologí­a Médica, celebrado en junio en la ciudad de Chicago, se vivió uno de esos momentos. No podí­a ser de otra manera, porque allí­ se presentaron los resultados del que parece ser el avance más importante de los últimos tres lustros en el tratamiento contra el cáncer: La inmunoterapia oncológica.

Antoni Ribas, un médico español afincado en Estados Unidos y que trabaja en el Jonsson Comprehensive Cancer Center de la Universidad de California en Los íngeles, y Jedd Wolchok, investigador del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, presentaron los resultados de dos ensayos clí­nicos que, aunque desarrollados en centros de investigación diferentes, tienen dos puntos en común. El primero, que suponen una nueva esperanza en la lucha contra el cáncer y, el segundo, que ambos están basados en la inmunoterapia.

En el caso del ensayo que presentó Antoni Ribas, se trató a un total de 135 pacientes con melanoma avanzado y un pronóstico muy malo, ya que se habí­an quedado sin opciones de tratamiento. Según explica el investigador, lo que hicieron exactamente fue “bloquear un freno que tiene el sistema inmunitario, el PD-1/PD-L1. Esta interacción permite al cáncer esconderse del sistema inmunitario y, al bloquearla, conseguimos que las células T, es decir, las células blancas de la sangre que tienen la capacidad de reconocer y matar a células cancerí­genas, hagan su trabajo y ataquen al cáncer”.

Precisamente, los resultados no pudieron ser más esperanzadores. Los pacientes fueron divididos en tres grupos, que recibieron diversas dosis y, en el grupo que fue mejor, un 52 por ciento de ellos respondió al tratamiento. Además, y también dentro de dicho grupo, en uno de cada cinco de ellos se consiguió que el cáncer desapareciera por completo y no quedara ningún rastro del mismo en el organismo. Los resultados del estudio en el que participa Jedd Wolchok fueron muy similares. En total, un 47 por ciento de los pacientes con melanoma avanzado tratados con inmunoterapia respondió positivamente y, de ellos, casi 9 de cada 10 tuvieron una reducción del tumor superior al 80 por ciento en menos de tres meses.

Por último, la inmunoterapia en el tratamiento de las enfermedades oncológicas no es nueva, sino que se desarrolla en todo el mundo desde hace ya más de un siglo. El problema es que, en el caso concreto del tratamiento contra el cáncer, el éxito no habí­a sido similar. “El principal problema es que nuestro sistema inmunitario está preparado para atacar cosas que vienen de fuera, y no funciona tan bien para cosas que crecen de dentro, como el cáncer ”“explica el cientí­fico”“. Pero al entender mejor la biologí­a de cómo el sistema inmunitario puede reconocer células cancerí­genas, y de cómo procesos de autoregulación negativa del sistema inmunitario limitan este reconocimiento, ahora podemos llevar a los pacientes una nueva generación de tratamientos que bloquean estos procesos de control negativo”.