La falta de ayudas públicas hunde los planes de atención a las personas con discapacidad de Asturias
El Principado está poniendo en riesgo la atención que seis asociaciones prestan a 20.000 asturianos afectados por la discapacidad (y sus familias) por una deuda correspondiente al año 2014 que aún no ha abonado a estas entidades sin ánimo de lucro. Además, todavía no se han concedido las subvenciones previstas con cargo a los presupuestos de 2015. Las asociaciones afectadas adelantaron el dinero de sus fondos para mantener en vigor sus programas de apoyo e integración, pero ahora se encuentran con que el impago les puede llevar a la quiebra. A dos de ellas con carácter inmediato. Estos colectivos van a solicitar a los partidos políticos con representación en la Junta y al Gobierno regional que las ayudas a la discapacidad figuren como un compromiso explícito en los presupuestos regionales.
Asturias tiene unas 105.000 personas con alguna discapacidad reconocida y las ayudas a las asociaciones que atienden a aquellas que necesitan mayores cuidados se han reducido un 67% desde el inicio de la crisis, tal y como denunció ayer el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad en el Principado de Asturias (Cermi), donde se integran las principales entidades del sector. “Sólo pedimos apoyo y compromiso del Gobierno regional y de los partidos para que miles de asturianos no se queden sin una ayuda y atención impresdincible para ellos”, aseguró ayer Mónica Oviedo, presidenta de este colectivo y vicepresidenta de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Asturias (Cocemfe).
Oviedo explicó que hasta el año 2009 existía un convenio con la Consejería de Servicios Sociales o de Bienestar Social por importe de 1,2 millones de euros pero dicho convenio se eliminó y las ayudas pasaron a otorgarse a partir de subvenciones a servicios sociales especializados. Pero llegó la crisis y comenzaron los recortes. “Nos dijeron que buscarían soluciones para mantener el apoyo y la atención”. Aquellos 1,2 millones de euros se redujeron hasta 395.000 euros, un 67% menos. Parte del dinero que recibían las entidades procedía de ayudas de la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, que concedía 120.000 euros a través de la propia Consejería, según explica la presidenta de Cermi. “Es cierto que no existía ningún contrato ni compromiso por escrito. Pero nosotros nos fiamos de que la Consejería cumpliría su palabra por responsabilidad y porque hacemos un trabajo que no hace nadie más. Son programas básicos que siempre se han desarrollado con normalidad y que su desaparición supondría dejar sin atención a miles de personas”.