La ética médica debe ayudar…

Uno de los temas más novedosos del II Congreso de Dentologí­a Médica, de Tarragona, fue el dedicado a la atención al menor, que representa uno de los campos de mayor complejidad en el plano ético-deontológico.

Así­, expertos participantes en una Mesa redonda dedicada a analizar estas cuestiones, manifestaron su confianza en la ética médica como herramienta mediadora para resolver gran parte de los conflictos a los que los médicos deben enfrentarse con este tipo de pacientes desde sus primeros dí­as hasta el perí­odo de adolescencia.

Uno de los temas más novedosos del II Congreso de Dentologí­a Médica, de Tarragona, fue el dedicado a la atención al menor, que representa uno de los campos de mayor complejidad en el plano de la Ética-Deontologí­a. Así­, expertos participantes en la Mesa dedicada a analizar estas cuestiones, confí­an en ésta como herramienta mediadora para resolver gran parte de los conflictos a los que los médicos deben enfrentarse con este tipo de pacientes, además de abogar por un mayor conocimiento en la materia para saber manejarla adecuadamente. Para desgranar las principales dificultades en estas etapas de la vida y posibles soluciones se contó con expertos como el profesor de Pediatrí­a Manuel Garcí­a del Rí­o, vocal de la Comisión Central de Deontologí­a de la OMC y con la también pediatra Montserrat Ezquerda, presidenta de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Lleida, acompañados de Mª Concepción Abril, vicepresidenta primera del Colegio de Médicos de Tarragona; y de Dra. Pilar Casaus, miembro del Consejo Asesor de Salud Mental de Cataluña, que actuó de moderadora.

El doctor Manuel Garcí­a del Rí­o, que se centró en los problemas éticos del recién nacido, que corresponden a los primeros 28 dí­as de vida de todo ser humano, y cuya figura, que según este experto, “nada tiene que ver con la pediatrí­a sino con la neonatologí­a”, puede enfrentarse a diversos problemas de carácter ético, de los que el Dr. Garcí­a del Rí­o expuso los cuatro principales que tienen que ver con la reanimación, la abstención terapéutica, la supresión terapéutica, y la intervención de los padres.

“Éticamente, y ante la duda, es preferible actuar con todos los medios posibles a favor del recién nacido, a favor de la dignidad de la persona”, según remarcó. A continuación recordó los principales principios éticos del recién nacido, emanados del Grupo de Trabajo sobre Ética de las Conferencias de Especialistas Europeos en Pediatrí­a, entre los que destacó que el recién nacido es único, tiene su propia identidad, que debe ser reconocida y protegida y tiene derecho a su propia vida. Asimismo, según indicó, el neonato tiene derecho de recibir el tratamiento y la atención óptimos, y de participar en la sociedad en lo que ésta tiene que ofrecer.