La estenosis de la aorta…

En la imagen, un grupo de ciclistas.

La estenosis aórtica y otras enfermedades de la aorta son poco frecuentes, pero importantes en relación a la muerte súbita en atletas jóvenes y competitivos, por lo general mientras juegan al baloncesto o al fútbol, según concluye una investigación hecha pública por el Colegio Americano de Cardiologí­a.

A pesar de que los jóvenes atletas están obligados a pasar exámenes de salud para hacer deporte, las pruebas no detectan importantes alteraciones cardiovasculares en jugadores y muchos son autorizados para practicar el deporte a pesar de las sospechas de peligrosas enfermedades cardiovasculares, según la investigación sobre un registro de pacientes que fallecieron de muerte súbita, realizado por Kevin Harris, cardiólogo de investigación en la Fundación del Instituto del Corazón de Minneapolis (MHIF, en sus siglas en inglés), en Estados Unidos.

La estenosis aórtica, que ocurre cuando la válvula aórtica del corazón no está totalmente abierta, se considera una causa poco frecuente, pero importante, de la muerte en los jóvenes. La disección aórtica y rotura que se producen con las rasgaduras y rupturas de la pared aórtica, respectivamente, son condiciones catastróficas que no se asocian generalmente con la muerte de los individuos más jóvenes.

Sin embargo, el papel de estas enfermedades muy graves no se entiende como causa de muerte en el campo de atletismo y su identificación en la rutina de cribado de pre-participación. ‘Si bien la mayorí­a de estos atletas jóvenes están siendo examinados, hay una gran variabilidad de desgracias en el proceso de selección y hemos tenido datos muy escasos sobre la eficacia de estos esfuerzos de detección’, explica Harris.

Para este estudio, los investigadores de MHIF analizaron los casos de muerte por enfermedad de la aorta (incluida la disección, la rotura o la coartación) y la estenosis aórtica en el Registro Nacional de Estados Unidos sobre Muerte Súbita en Atletas Jóvenes. De las 2.588 muertes en el registro, 44 eventos estaban relacionados con estenosis aórtica (19) o enfermedad de la aorta (25).

El 25 por ciento de los atletas (11 de 44) se quejaron de sí­ntomas de pecho, la espalda o dolor abdominal en dí­as anteriores al colapso. Tres de los 11 habí­an sido analizados en urgencias y dos de los 11 habí­an sido revisados por un cardiólogo el dí­a antes de la muerte. ‘La mayorí­a de los atletas en este estudio habí­an sido autorizados para participar en los deportes y un tercio habí­an sido evaluados por un cardiólogo’, subraya Harris. ‘En el proceso de revisión generalizada no se detectaron importantes alteraciones cardiovasculares en 19 de las muertes. Los otros 15 casos sospechosos de enfermedades cardiovasculares fueron detectados, pero a los atletas se les permitió seguir participando en deportes competitivos’, alertó este investigador.