La escasez de luz dentro de los edificios explica el alarmante aumento de la miopía
Asia Oriental está experimentando un aumento sin precedentes de la miopía. Hace sesenta años, entre el 10 y el 20% de la población de China era miope. Hoy, hasta 90% de los adolescentes y jóvenes adultos lo son.
En Seúl, un 96.5% de los jóvenes de 19 años son miopes. Otras partes del mundo también han visto un aumento dramático de este trastorno visual, que ahora afecta a aproximadamente la mitad de los adultos jóvenes en los Estados Unidos y Europa, el doble de la prevalencia de hace medio siglo. Según algunas estimaciones, un tercio de la población mundial podrían verse afectadas por la miopía a finales de esta década. “Vamos por el camino de tener una epidemia de miopía,” señala Padmaja Sankaridurg, director del programa de miopía en el Instituto de visión Brien Holden en Sidney, Australia en la revista “Nature”.
Como el ojo crece a lo largo de la infancia, la miopía se desarrolla generalmente en adolescentes y niños en edad escolar. Gafas, lentes de contacto y cirugía pueden ayudar a corregir el problema, pero no abordan el defecto subyacente: un ojo ligeramente alargado, lo que significa que la lente enfoca los objetos lejanos un poco por delante de la retina y no directamente sobre la misma. En casos severos, la deformación se extiende y debilita las partes internas del ojo, lo que aumenta el riesgo de desprendimiento de retina, cataratas, glaucoma e incluso ceguera.
Esta amenaza ha impulsado un aumento en la investigación para comprender las causas de la enfermedad, y los científicos están comenzando a encontrar respuestas que desafían viejas ideas, como que la miopía es cosa de niños estudiosos. En su lugar va tomando forma otra idea: demasiado tiempo en el interior de las casas pone a los niños en riesgo de desarrollar miopía. “Estamos intentando lanzar este mensaje: los niños necesitan pasar más tiempo al aire libre” explica Kathryn Rose, jefe de ortóptica en la Universidad tecnológica de Sidney.