La curcumina disminuye algunos factores…

El consumo de la especia curcumina, presente en el curry Indú, tiene efectos antinflamatorios, antioxidantes y disminuye otros factores de riesgo en el desarrollo del Alzheimer, una enfermedad que afecta aproximadamente a 3,5 millones de personas en España.

Así­ lo explicó el director de investigación y desarrollo del Basque Culinary Center, José Iñaki Alava, durante la sesión ‘Avances y futuro inmediato de la investigación en Alzheimer’, celebrado en el marco del pasado V Congreso Nacional de la enfermedad, organizado por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), la Sociedad Española de Geriatrí­a y Gerontologí­a (SEGG) y la Sociedad Española de Neurologí­a (SEN).

Y es que, los beneficios que puede tener la curcumina se demuestran con el hecho de que en paí­ses de ífrica subsahariana o en la India, donde la población ingiere habitualmente este tipo de especias, los niveles de prevalencia son mucho menores que en los paí­ses occidentales.

No obstante, el experto matizó que su consumo no tiene un “efecto directo” ya que la absorción varí­a entre un 40 y un 65 por ciento, dependiendo del estado de la flora intestinal del paciente. Por ello, recalcó, es necesario combinarla con la vitamina D.

Por su parte, el codirector del Centro de Investigación en la enfermedad de Alzheimer y subdirector del departamento de Neurobiologí­a del Care Sciences y Sociedad del Instituto Karolinska de Suecia, íngel Cedazo, dio a conocer los últimos avances en la investigación del péptido amiloide, presente en personas con Alzheimer, calificándolo de “asesino en serie, por sus efectos degenerativos y devastadores en el cerebro del paciente”.

Entre otros aspectos, este experto señaló la importancia de investigar la evolución de los biomarcadores genéticos de la enfermedad, teniendo en cuenta que se ha observado que algunos pacientes que desarrollan la enfermedad en edad adulta, ya cuentan con el doble de beta amiloide durante su infancia.

“Al igual que se está haciendo en la investigación del cáncer, hay que estratificar a los pacientes puesto que hay muchos enfermedades de Alzheimer”, recalcó para destacar que “el diagnostico precoz, en lo que se refiere a la investigación de los biomarcadores, es clave para el tratamiento de esta enfermedad multifactorial ya que, aunque no se puede frenar su desarrollo, sí­ se pueden controlar sus sí­ntomas”.

Por otro lado, el director técnico de la Fundación INGEMA, Javier Yanguas Lezaun, explicó los cambios que se están produciendo en los modelos de atención a la persona con Alzheimer cuya nueva tendencia es la individualización de los servicios y personalización de la atención.

“Se está pasando de intentar vivir para frenar la enfermedad de Alzheimer a vivir con la enfermedad de Alzheimer, considerándola una enfermedad crónica y potenciando las capacidades del paciente por encima del déficit. Estos cambios están a su vez influyendo en el estudio de alternativas para el tratamiento, que desde INGEMA buscan una aproximación más natural al deterioro, conociendo cómo se produce dí­a a dí­a, en vez de mediante fases como hasta ahora”, recalcó Yanguas Lezaun.

Asimismo, durante la jornada, el Instituto Biodonostia y la Fundación CITA-Alzheimer hizo un llamamiento a la donación de material biológico de personas con Alzheimer fallecidas para su estudio y destacó la neuroimagen como uno de los avances técnicos más prometedores en el estudio de la conexión neuronal de personas con enfermedades neurodegenerativas.

Por último, desde CEAFA, entidad organizadora del Congreso, recalcaron que la colaboración entre entidades públicas y privadas en el ámbito de la investigación es “fundamental” para disminuir el impacto social, económico y sanitario ocasionado por esta enfermedad que crece a medida que la sociedad envejece.

De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que en 2050 más de 115 millones de personas en todo el mundo podrí­a padecer algún tipo de demencia.