La administración de liposomas podrí­a…

La acumulación extracelular del péptido beta-amiloide (AíŸ) y la formación de ovillos neurofibrilares intracelulares en el cerebro son dos de los más importantes marcadores neuropatológicos de la enfermedad de Alzheimer (EA).

En este sentido, recientes investigaciones sugieren que existe un equilibrio dinámico entre la acumulación de péptido AíŸ en el cerebro y en la sangre periférica, por lo que un grupo de investigación, entre los que se incluye el grupo de investigación de CIBERNED, liderado por Francisco Wandosell, ha profundizado en la hipótesis de que el desplazamiento de este equilibrio hacia la sangre podrí­a reducir los niveles de AíŸ en el cerebro.

El estudio, recientemente publicado en la revista cientí­fica Nanomedicine:NBM, pone a prueba esta hipótesis mediante la inyección intraperitoneal de nano-liposomas unilaminares, con contenido de ácido fosfatí­dico o cardiolipina, en ratones transgénicos con enfermedad de Alzheimer durante cuatro semanas. Este tratamiento podrí­a resultar, según la investigación, conveniente para su administración repetida y su introducción en el torrente sanguí­neo, lo que reducirí­a los niveles de AíŸ en la sangre circulante, y confirma además la capacidad de estos liposomas para interactuar con el péptido amiloide.

Así­, la alteración de la acumulación periférica de AíŸ podrí­a desembocar en un aumento del flujo de salida del mismo hacia la sangre circulante, produciendo una reducción de la presencia de amiloide en el cerebro y combatiendo su acumulación en placas, proceso que se ha denominado “efecto sumidero”.