Juguetes accesibles para niños/as con…

En palabras del psicopedagogo y dibujante Francesco Tonucci: “Jugar para un niño y una niña es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo para entenderlo”. La Convención sobre los Derechos de Niño también otorga tanta importancia a esta necesaria actividad y recoge en su artículo 31 que el niño tiene derecho al juego y a las actividades recreativas propias de su edad.

Jugar, lejos de ser una pérdida de tiempo o una tarea de segunda categoría, presenta infinidad de beneficios: potencia la creatividad, promueve el bienestar emocional, ayuda a la capacidad de resolución de problemas, planificación, concentración y tolerancia a la frustración, mejora la comunicación, permite experimentar distintos roles, incrementa la confianza en uno mismo, entre muchos otros.  A pesar de esto, un estudio del Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio (AIJU) de 2017 concluye que de los 2866 juegos y juguetes analizados solo un 21%  son manejables por parte de niños con discapacidad motora y el 36% de las familias con hijos e hijas con discapacidad consideran que es difícil encontrar juguetes accesibles.

Cuando hablamos de juguetes adaptados nos referimos a aquellos que han tenido alguna transformación física o de configuración para que su utilización sea más sencilla y efectiva. Son accesibles cuando no presentan dificultades para cualquier niño o niña con o sin discapacidad. Puesto que estas son muy diversas, los fabricantes de juegos y juguetes ven en la posibilidad de modificarlos según las necesidades concretas un elemento clave.

En vías de la inclusión en los entornos de juego, se aboga por adaptar los juguetes con los que disfrutan los demás niños y niñas para que no exista diferenciación y ese momento sea compartido por todo el grupo.

Concretamente para personas con discapacidad física podemos tener en cuenta las siguientes características recomendables:

  • Configurable en sus tiempos de respuesta, permitiendo tiempos de ejecución de la respuesta más lento o más rápido dependiendo del caso.
  • Juegos que no obliguen a dos movimientos simultáneos. Por ejemplo, presionar dos botones a la vez.
  • Pulsadores, botones, manillas, botones, interruptores y demás tienen que tener fácil acceso. Es decir, no sea costoso encajarlos, presionarlos, agarrarlos o activarlos.
  • Juguetes ligeros en cuanto a su peso.
  • Acondicionar con antideslizantes aquellos juguetes que se tengan que manipular en superficies como mesas.
  • Entorno de juego sin barreras físicas en el que poder entrar, por ejemplo, utilizando una silla de ruedas.

 

En los últimos años, están surgiendo múltiples ejemplos interesantes de adaptaciones en juegos como puede ser el mando personalizado Xbox Adaptive Controller del que hablábamos en esta entrada y permite configurar perfiles y botones según las necesidades propias.  Otro recurso interesante lo encontramos en esta guía que ofrece una lista de juguetes categorizados por edades en los que se utiliza un icono para identificar aquellos adecuados para niños/as con discapacidad motora, especialmente en aquellos casos que presentan problemas importantes de manipulación.

Por último, presentar la página Hop Toys que puede ser de utilidad tanto para adquirir los juguetes que ofrece como para inspirarse con las ideas que muestra. Encontraremos un apartado de motricidad en el que proponen material moldeable para adaptarlo a las necesidades de niños y niñas con discapacidad.

 

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