Indican que es necesario derribar…

Los expertos de la empresa ‘Escuchamás’ que participaron en el taller ‘Emprendimiento en Soluciones para la pérdida auditiva’, organizado por el Centro Nacional de Tecnologí­as de la Accesibilidad (Centac), destacaron que “una sociedad accesible es aquella que no presenta barreras de comunicación para las personas con discapacidad auditiva”.

En el encuentro participaron Eduardo Palomino, fundador de Escuchamás; Karina Garcí­a, audióloga de la empresa, y Rosa Tejerina, gerente de Proyectos en Centac, como moderadora. Según Palomino, “cuando hablamos de sociedad accesible, nos referimos a un banco, un teatro, una escuela, una tienda, un taxi, la consulta del médico o una farmacia, y todo lo que esté al alcance del cliente y necesite en algún momento dado la comunicación”.

 

En la sociedad accesible, en palabras del fundador de Escuchamás, “cabe, por tanto, la educación, cultura, ocio, sanidad, turismo, transporte y empleo accesibles”. En cuanto a la sanidad accesible, por ejemplo, explicó Palomino que “con la conexión de un simple bucle inductivo en el mostrador de una recepción o en la mesa del facultativo, ya estaremos derribando las principales barreras de comunicación, que en este ámbito pueden dar lugar a equivocaciones como la mala administración de la medicación recetada o la mala comprensión del diagnóstico”. “Si a esto añadimos sistemas de aviso visuales como los paneles informativos junto con una megafoní­a de calidad, veremos las barreras de comunicación disminuidas en su totalidad”, añadió Karina Garcí­a.

Además, hay diferentes productos de apoyo que facilitan la vida a las personas con dificultades auditivas, como los amplificadores, los sistemas FM, los lazos inductivos, teléfonos, avisadores, etc; “pero hay mucho desconocimiento sobre su existencia y sus utilidades”, reconocieron los expertos. En cuanto a la educación accesible, según Garcí­a, “a través de frecuencia modulada (FM), cada alumno con problemas de audición puede escuchar con claridad a los profesores gracias a un transmisor que porta el profesor, el cual está recogiendo la señal del habla y lo enví­a a un receptor que lleva el alumno comunicado a sus audí­fonos o implantes”. Los sistemas FM pueden costar 600 euros y son universales, valen para cualquier modelo de audí­fono.