La salud del presidente Hugo Chávez empeora cada dí­a. Ahora debe caminar con bastón o en silla de ruedas porque el tumor cancerí­geno se ha extendido a los huesos de la cadera, según publican los usuarios en las redes sociales que toman la información de la columna «Runrunes» del periodista Nelson Bocaranda.

Ante la ausencia de información oficial sobre la salud de Chávez, que todaví­a se mantiene como un secreto de Estado, Bocaranda se ha convertido en el gran gurú periodí­stico cuyas fuentes del grupo de médicos brasileños y venezolanos que atiende al mandatario le proporcionan el «minuto a minuto» de su enfermedad y convalecencia.

Hace diez meses Chávez declaró que tení­a un cáncer en la pelvis del que aparentemente se curó. Pero el pasado 26 de enero fue intervenido quirúrgicamente por tercera vez debido a la metástasis que presentaba en el hí­gado, las glándulas suprarrenales y la vejiga, según reveló el doctor venezolano José Rafael Marquina, quien también recibe datos del equipo médico que lleva el caso.

En la última quincena Chávez ha solicitado dos veces a la Asamblea Nacional permiso para ausentarse por más de cinco dí­as para seguir con su tratamiento radiológico en la clí­nica CIMEQ de La Habana, pidiendo un milagro a Cristo y reconociendo el duro impacto que la radioterapia ejerce en su cuerpo.

En su última aparición ante el pueblo venezolano, el pasado lunes 30 de abril, antes de partir a Cuba en su decimoquinto viaje, Chávez se mostro visiblemente desmejorado. En el Salón de los Espejos del palacio de Miraflores, donde dijo que era la última sesión de radiación y que volverí­a pronto a Caracas tuvo que sujetarse con ambas manos al podio para sostenerse en pie.

Según la columna de Nelson Bocaranda, «las últimas pruebas hechas ayer volvieron a arrojar resultados nada positivos para el enfermo. Primer resultado de las coincidencias médicas fue reconocer que no se le podrá seguir aplicando radioterapia a la pelvis, pues las anteriores radiaciones fracturaron el brazo del fémur. He allí­ el origen de los dolores».

Chávez admitió que no habí­a podido presentarse fí­sicamente a los venezolanos desde la madrugada del viernes 27 de abril porque estaba de «reposo» y no se encontraba en condiciones de dar un mitin. Su agravamiento explica su inusual silencio durante cinco dí­as.

Bocaranda añade que: «Desde esta semana comenzará a recibir una terapia psicológica para enfrentar cualquier fatalidad, si no se hace el milagro que en público solicitó el lunes pasado. Un Presidente disminuido fí­sicamente no fue mostrado en la TV a la salida del paí­s, debido a que debió de ser asistido para subir o bajar las escaleras del avión».

También apunta a que la imagen con Raúl Castro «fue cuidadosamente preparada para que por minutos no tuviera ni el bastón ni la silla de ruedas. Todos en su entorno están conscientes de que les vienen momentos muy duros».

Por su parte, el doctor Marquina ha remitido los «Runrunes» de Bocaranda a sus seguidores. Lo último que ha dicho en su cuenta de twitter es que: «Toda la información que he suministrado ha sido precisa y muchas de las situaciones que estamos viendo ahora las advertí­ anteriormente».

Marquina también señala que: «Lo que es un poco preocupante es la cantidad de sesiones de radioterapia que indican lo agresivo y avanzado del cáncer». En su entrevista con ABC ya habí­a afirmado que los médicos cubanos habí­an cometido varios errores, entre ellos, el de suministrar los esteroides o estimulantes a Chávez, además de equivocarse con la radiación, quemando zonas vitales del paciente.