Funcionarios, policí­as y militares presentan…

Sindicatos de funcionarios, policí­as, guardias civiles y militares han presentado una queja formal ante el Gobierno y el Defensor del Pueblo por los recortes en la atención sanitaria que reciben a través de sus mutuas, Muface e Isfas y piden una solución urgente a este problema porque está afectando a patologí­as graves “que no pueden esperar”, han dicho.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), la Confederación Española de Policí­a (CEP), la Asociación de Española de Guardias Civiles (AEGC) y la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) han denunciado problemas en la asistencia médica de los pacientes después de que ambas mutuas hayan reducido su oferta hospitalaria y de especialidades médicas a partir de enero de 2015.

 

Estos colectivos han avanzado que están estudiando emprender acciones jurí­dicas si no se resuelve la situación y prevén la organización de asambleas informativas dirigidas a los trabajadores afectados en los diferentes ámbitos de la Administración.

Además, han exigido una reunión urgente con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para trasladarle personalmente estos problemas y conseguir “una asistencia sanitaria de calidad” como la que recibí­an hasta diciembre de este año.

Junto a estas acciones, han lanzado una campaña en redes sociales bajo el lema ‘#SalvemosMufaceIsfas’ y una recogida de firmas a través de la plataforma Change.Org que, en solo dos dí­as, han recabado el apoyo de más de 16.000 personas. “Se han producido los mayores recortes en oferta sanitaria de la historia del mutualismo administrativo, nunca habí­a ocurrido nada semejante”, ha denunciado Eliseo Moreno, secretario de Acción Sindical de CSIF, que ya ha constatado problemas en más de 20 provincias españolas.

Por último, los recortes incluyen interrupciones de tratamiento de patologí­as graves, peregrinaje burocrático para conseguir la continuidad asistencial, desconocimiento del lugar idóneo para la asistencia sanitaria o desatención en áreas rurales, lo que está dando lugar a “innumerables” quejas de los pacientes y a “mucha desinformación”, dicen.