La llegada del verano trae consigo una afluencia masiva de la población españolas a las playas, piscinas y rí­os de nuestro territorio, lugares de esparcimiento que ofrecen un contacto directo con el mar y, como consecuencia de ello, una diferente manera de divertirse. FAMMA-Cocemfe Madrid anima al disfrute de estos espacios, pero advierte que cada año se producen unos 1.000 casos de lesiones medulares, de los cuales alrededor del 15% se debieron a actividades deportivas o de ocio, entre las que se incluyen las zambullidas.

Así­, con el objetivo de sensibilizar a los bañistas, FAMMA-Cocemfe Madrid ha elegido la piscina del Centro Municipal La Elipa para presentar la campaña “Báñate seguro”, puesta en marcha por FAMMA-Cocemfe Madrid y Obra Social Caja Madrid, a través de la cual los trabajadores de las piscinas municipales de Madrid entregarán a sus usuarios un decálogo de buenas prácticas y consejos para evitar desgracias por conductas inapropiadas a la hora de lanzarse al agua.

Y es que entre el 80 y el 90 por ciento de los lesionados medulares a causa de una zambullida tienen edades comprendidas entre los 15 y 25 años; yen la mayor parte de los casos son varones que presentan una luxación o fractura a nivel de las vértebras del cuello, lo que provoca una lesión alta o tetraplejia para toda la vida. Además, el impacto contra una superficie dura, como puede ser el suelo de la piscina u otro bañista, puede producir lesiones graves como conmoción cerebral, pérdida de memoria o habilidades motoras.

Entre los asistentes al acto de presentación han estado Javier Font, presidente de FAMMA, y representantes de Obra Social Caja Madrid y del ayuntamiento madrileño. Además, se ha contado con la participación de un voluntario de la Federación, quien ha ofrecido una demostración sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer a la hora de lanzarse al agua; además de con el testimonio de Juan José Sánchez Clemente, una persona que contrajo una lesión medular por zambullirse en el agua en un momento y lugar inadecuados.

El presidente de la Federación, Javier Font, considera que”es entendible que esa liberación que vivimos en verano pueda hacernos bajar la guardia en pro de un disfrute alejado de las amarras de la vida cotidiana, pero eso no es óbice para mantener la precaución en todo momento con el fin de evitar que una imprudencia pueda cambiar por completo la vida de la persona y de sus más allegados para siempre. Una situación que se puede evitar”.

Algunas de las prácticas aconsejables para minimizar el peligro incluyen no lanzarse al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad, desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas; comprobar cuidadosamente la profundidad del agua antes de sumergirse; evitar bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos; e introducirse en el agua lentamente o tirarse de pie varias veces antes de hacerlo de cabeza.

FAMMA-Cocemfe Madrid ha ampliado además su llamamiento a todas las autoridades responsables de velar por la seguridad de los usuarios de cualquier lugar de recreo acuático, que deben mantener un correcto control sobre las instalaciones y las prácticas llevadas a cabo por los bañistas, ya que su función es para la Federación fundamental para evitar este tipo de accidentes.