FAMMA y la Escuela Internacional…

Madrid, 30 de enero de 2020. – La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Fí­sica y Orgánica (FAMMA-Cocemfe Madrid) y la Escuela Internacional de Protocolo (EIP) firman un acuerdo de colaboración, por el que ambas partes trabajarán en el ámbito de la formación de sus alumnos, con la finalidad de que situaciones como las vividas hace unos dí­as por el diputado, Pablo Echenique, u otros que han trabajado en el congreso de distintas fuerzas polí­ticas, así­ como la participación de personas en la vida pública, no se vea mermada por un trato inadecuado a las caracterí­sticas y circunstancias que viven, y que no han de condicionar su participación.

El acuerdo entre ambas entidades viene a resolver el cambio social impulsado por la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU (CRPD, por sus siglas en inglés) que pone sobre la mesa la necesidad de maximizar la autonomí­a personal de las personas con discapacidad, en todos los ámbitos que les permitan integrarse en la sociedad y tener una vida plena, como puede ser la participación en polí­tica, eventos sociales y culturales, la educación, etc.

Este cambio social está permitiendo que cada vez más personas con discapacidad puedan acceder a cargos públicos o polí­ticos y que su presencia en distintos parlamentos o plenos municipales, entregas de premios, actos protocolarios, etc., también esté aumentando exponencialmente en los últimos años.

En palabras del presidente de FAMMA, Javier Font, “Una formación en Protocolo más sensibilizada con la nueva forma de tratar a las personas con discapacidad es fundamental para que este colectivo sea tenido en cuenta desde el primer momento que acuden como representantes de organizaciones, instituciones de la administración o cargos públicos, y se eviten así­, situaciones esperpénticas como las que han sucedido en los últimos tiempos”

En el caso de intervenciones de premiados o invitados a eventos, se ha de prever y tener un protocolo de actuación para personas con movilidad reducida. Por ejemplo, en el caso de un premiado, se tendrí­a que contar con un atril adecuado o regulable en altura; el lugar de recogida de un premio debe ser accesible, de forma independiente por la persona que va a recibir el galardón; el protocolo de evacuación de emergencias debe contemplar la evacuación de personas con discapacidad fí­sica; los baños deben de estar adaptados; se debe te tener en cuenta que la persona con discapacidad puede necesitar de un asistente personal que le acompañe, etc.

Según Javier Font, presidente de FAMMA, “La foto de Echenique en el foso del hemiciclo es un sí­ntoma de que, como sociedad estamos cambiado a mejor, por su elección, pero nuestras instituciones aún tienen que adaptarse a una nueva realidad, para que puedan anticiparse a situaciones humillantes como esta.”

Por tanto, la Federación destaca la importancia del lugar en el que se emplaza las personas con movilidad reducida (PMR) si queremos llegar a la verdadera inclusión. Este lugar no debe darle un protagonismo no deseado, por el hecho de colocarlo en un lugar diferenciado que no esté integrado. Esto mismo sucede en la actualidad ya que si eres diputado y usuario de silla de ruedas, no puedes estar integrado con el resto de los diputados compañeros.

FAMMA apunta que en la Asamblea de la Comunidad de Madrid se llevó a cabo una remodelación integral de todos los espacios que han de estar adaptados a personas con discapacidad para que, si estas quieren hablar desde el atril, exista un dispositivo automático que regule su altura y unas rampas de acceso por dos caminos independientes. Se trata, simplemente, de voluntad polí­tica.

Aunque lo mediático es el diputado o polí­tico con discapacidad, el protocolo debe de tener en cuenta la discapacidad desde una perspectiva más amplia, completamente transversal a cualquier departamento de la administración o empresa privada, para atender a lo dispuesto en la Convención de la ONU, es decir, permitir la participación en eventos y actos polí­ticos a las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones que a las personas sin discapacidad, acudan como público, cargos electos, oradores esporádicos, premiados, etc.