FAMMA sostiene que la UCM miente al asegurar que no recibe fondos para atender a alumnos con discapacidad
FAMMA sostiene que la Universidad Complutense de Madrid (UCM) miente para eludir sus responsabilidades en materia de discapacidad con el argumento de que “la Universidad Complutense no recibe financiación de las autoridades educativas, sanitarias o asistenciales para cubrir ninguno de los programas que desarrolla para atender la integración de las personas con discapacidad”.
Precisamente, La Federación no entiende como la Complutense traslada este argumento a la opinión pública cuando el artículo 82 de la Ley Orgánica de Universidades establece específicamente un apartado concreto que establece la obligación de la UCM de controlar el uso de los fondos públicos para la ejecución adecuada de los presupuestos por parte de la Universidad. De este artículo, se desprende que las universidades tienen autonomía para asignar sus fondos, pero que también deben rendir cuentas del uso que hagan de los mismos. Asimismo, FAMMA considera “inaudito” que la Complutense haga gala de su “buen hacer” en el ámbito de la discapacidad cuando, precisamente, está desmantelando de forma progresiva sus servicios de apoyo al alumnado del colectivo, el último, el de Acompañamiento y Traslado a clase (suspendido a finales de abril, según la Complutense, en aras de la “seguridad jurídica”).
Precisamente, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, la Complutense, que no habla en ningún momento de la suspensión del citado servicio, precisa que este apoyo al alumnado con discapacidad ha sido “reorganizado”, pese a que alumnos afectados y miembros de la Oficina para la Integración de Personas con Discapacidad reiteraron que este programa de apoyo ha sido “suspendido”.
A juicio de la Federación, la UCM sólo se preocupa ahora de salvaguardar su imagen pública, después de haber dejado “abandonados” y “a su suerte” a un grupo de ocho alumnos con discapacidades severas, a final de curso, en pleno período de exámenes y sin atisbar ninguna solución conjunta con ellos.
Asimismo, para FAMMA-Cocemfe Madrid no es de recibo que un programa en funcionamiento desde el año 2005, mediante el que un grupo de becarios acompañaba a los alumnos con discapacidad desde su casa a la facultad, y viceversa, sea suspendido para “analizar si se ajusta a la legalidad vigente”, tal y como reiteraron desde el Vicerrectorado de Atención a la Comunidad Educativa (tras estar casi ocho años en funcionamiento sin problema alguno), el departamento que suspendió el servicio, en connivencia con la Oficina del Defensor del Universitario (desde el que alegan que “no recibimos ninguna queja”). Por todo ello, la Federación estima que la Complutense, más que ser “pionera en la promoción de la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en el ámbito universitario” (tal y como detalla la UCM en su comunicado), es “pionera en la destrucción de los planes de atención e integración del colectivo”.
Por último, FAMMA-Cocemfe Madrid recuerda que en la disposición adicional vigésimo cuarta de la citada ley se recoge que las universidades deberán tener en cuenta lo dispuesto en la Ley de Integración Social de Minusválidos (Lismi), con el fin de facilitar “la integración de estudiantes con discapacidades en la enseñanza universitaria”.