FAMMA recuerda a los ciudadanos que las plazas reservadas para la discapacidad deben respetarse
FAMMA Cocemfe Madrid, denuncia que existen muchos casos en los que estas plazas se encuentran mal señalizadas sin seguir las indicaciones de la propia Ley, marcada por la lógica en cuanto a su diseño y ubicación de las mismas. También el número de plazas que indica la Ley se incumple sistemáticamente en los municipios de la región.
En este sentido la Federación ha solicitado la implicación de los 179 municipios de la Comunidad de Madrid para que las plazas reservadas sean respetadas y puedan ser utilizadas por las personas con discapacidad que al efecto han sido autorizadas. En palabras del presidente de FAMMA, Javier Font, “Es esencial para ello que se unifiquen los criterios de diseño y concesión de las tarjetas existentes a la Recomendación Europea que la norma hace al respecto desde 1998. Por otro lado, también es necesario una campaña constante de sensibilización para que la ciudadanía entienda que estas tarjetas se conceden por circunstancias de necesidad y que debe ayudar no ocupando las plazas si no están oficialmente autorizadas”.
“La ciudadanía debe entender que las personas que utilizan estas plazas lo hacen por necesidad y que las plazas que se encuentran ubicadas en sitios especifico como pueden ser, ambulatorios u hospitales, grandes superficies comerciales o centros de trabajo, lo están, para facilitar el acceso de las personas autorizadas a través de una discriminación positiva y solidaria que les hace ser más autónomos y participativos en la sociedad.”
La Federación pone de manifiesto también, que en muchas ocasiones, las plazas son ocupadas por contenedores de basura, vehículos públicos, camiones de mudanzas y otros, que anulan el espacio por completo y desprotege totalmente las intenciones de inclusión social de las personas con discapacidad, a través de su incorporación al centro de trabajo o de ocio, entre otros. Para ello, FAMMA, exige una postura más firme de las policías locales de cada Municipio con el fin de no consentir ni los “5 minutos” de los que a veces se hablan cuando se lleva esperando una hora para desalojar la plaza utilizada indebidamente”.
Según Font, “Los organismos públicos deben colaborar y ser conscientes del problema de las barreras arquitectónicas para tratar de hacerlas desaparecer, sobre todo las derivadas de una incomprensión o desconocimiento social de nuestra situación, que de manera injusta, castiga a diario a miles de personas. Es parte de su responsabilidad. ” El sentido común debe dar paso al respeto de los zonas reservadas para el estacionamiento de vehículos de personas con discapacidad que necesitan de un mayor espacio para poder ser utilizadas por personas que utilizan sillas de ruedas.
Por otro lado, FAMMA y SICE, están trabajando conjuntamente desde hace más de un año, en un sistema tecnológico que avisa a la policía de su uso indebido. El sistema está muy avanzado y serviría para evitar usos no autorizados por personas, no autorizadas, y evitar tensiones con ciudadanos insolidarios que no entienden la situación ni la problemática del colectivo y aparcan, igualmente, sin contemplación ni miramientos”.