FAMMA reclama un nuevo modelo…

  • La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas establece principios fundamentales en relación con los centros residenciales y la vida independiente.

 

  • Su Artículo 19, “Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad” es clave, ya que establece que las personas con discapacidad deben tener la posibilidad de vivir en comunidad, con las mismas opciones que las demás personas, y recibir el apoyo necesario para ello.

 

  • Es necesario una reforma de las políticas y la legislación actual adaptando la normativa estatal y autonómica para garantizar el derecho a vivir de forma independiente y limitar la institucionalización innecesaria.

 

  • Por otro lado, la Unión Europea, como firmante de la Convención de la ONU, ha adoptado medidas para avanzar hacia la desinstitucionalización y la promoción de la vida independiente que no se materializan.

Madrid, 18 de febrero de 2025.- La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA Cocemfe Madrid) solicita un cambio en el modelo de atención residencial para personas con discapacidad, apostando por un enfoque que fomente la autonomía personal y el derecho a vivir de manera autónoma.

FAMMA denuncia que el modelo actual de residencias tiende a ser asistencialista, limitando la capacidad de decisión y participación de las personas con discapacidad en su vida cotidiana. La organización insiste en la necesidad de transformar estos centros en espacios que promuevan la autodeterminación, el acceso a oportunidades de desarrollo personal y social, y la inclusión en la sociedad.

El nuevo modelo propuesto por FAMMA se fundamenta en los principios recogidos en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas ratificada por España que, en su artículo 19, establece el derecho de las personas con discapacidad a vivir de forma independiente y a ser incluidas en la sociedad.

Es necesario una adecuada reorientación de los recursos económicos que priorice la inversión en servicios comunitarios y apoyos personalizados como la asistencia personal, viviendas asistidas o tecnologías de apoyo, entre otras medidas.

Según el presidente de FAMMA, Javier Font; “es necesario un cambio de mentalidad y una mayor sensibilización pues este modelo debe ser extrapolado a cualquier persona que por cualquier circunstancia le aboque a padecer un a dependencia. Es una cuestión de derechos humanos”.

  • Realizar campañas de concienciación sobre los derechos de las personas con discapacidad y los beneficios de la vida independiente.
  • Involucrar a las familias y comunidades para cambiar la percepción de la discapacidad y favorecer la inclusión.
  • Impulsar la participación de las personas con discapacidad en la toma de decisiones sobre su propia vida.

Además, FAMMA plantea;

  • Fomentar la toma de decisiones propias: Las personas con discapacidad deben poder elegir cómo y dónde vivir, con los apoyos necesarios, sin que las residencias se conviertan en espacios de aislamiento.
  • Adaptar los servicios a las necesidades individuales: En lugar de ofrecer un modelo único, las residencias deben adaptarse a los diferentes niveles de autonomía, promoviendo la vida activa y el desarrollo personal.
  • Promover la inclusión social: Es esencial que las personas con discapacidad tengan la posibilidad de interactuar con su entorno y participar en actividades comunitarias sin barreras ni restricciones.
  • Garantizar el acceso a apoyos personalizados: Se debe impulsar la asistencia personal y el uso de tecnologías de apoyo que favorezcan la independencia.

Beneficios de este Cambio de Modelo

El rediseño del sistema de atención residencial tendrá un impacto positivo en la calidad de vida de las personas con discapacidad, ya que permitirá:

  • Mejorar su bienestar emocional y psicológico al potenciar su independencia y control sobre su vida.
  • Asegurar el cumplimiento de los derechos reconocidos internacionalmente y evitar situaciones de institucionalización forzada.
  • Facilitar una mayor integración en la sociedad, promoviendo su participación activa en el ámbito laboral, educativo y cultural.
  • Optimizar los recursos públicos, apostando por modelos más flexibles y eficientes que se adapten a cada persona.

FAMMA hace un llamamiento a las administraciones públicas y a los responsables del sistema de atención residencial para que inicien un proceso de transformación acorde con los principios de la Convención de la ONU y con las demandas de las propias personas con discapacidad. Un modelo de atención centrado en la autonomía personal no solo es un derecho, sino una necesidad para garantizar una vida digna e inclusiva.