FAMMA reclama que se regule…

En la imagen, un asistente personasl coge de la mano a un dependiente.FAMMA-Cocemfe Madrid reclama que se regule de forma adecuada la figura del ‘asistente personal’ que contempla la Ley de Dependencia, dado que, en la actualidad, se trata de un perfil profesional no reconocido oficialmente y para cuyo trabajo no existe formación especí­fica.

Precisamente, la Federación considera que esta figura se encuentra en un “limbo” y por ello es preciso impulsar su reconocimiento oficial así­ como su promoción para delimitar sus funciones y formación académica, con el fin último de asegurar que se desarrolle la vertiente de autonomí­a personal que recoge la mencionada normativa con garantí­as de calidad. Con ello, a juicio de FAMMA, además de contribuir a la inclusión activa de las personas con discapacidad en la sociedad, se fomentarí­a la contratación de personas en este campo, lo que permitirí­a atajar las elevadas tasas de desempleo registradas en el conjunto estatal.

En la citada Ley de Dependencia, se recoge de forma genérica que un asistente personal “es el que realiza o colabora en tareas de la vida cotidiana de una persona en situación de dependencia, de cara a fomentar su vida independiente, promoviendo y potenciando su autonomí­a personal”.

Asimismo, FAMMA reitera que sólo con la regulación de forma adecuada de la asistencia personal será posible trabajar para que las personas con discapacidad que viven en situación de dependencia puedan acceder a un puesto de trabajo o a la universidad, así­ como disfrutar de su tiempo de ocio de forma inclusiva y normalizada. Precisamente, la Federación critica que el vací­o legal existente en lo referente a la figura del asistente personal, tanto desde el punto de vista jurí­dico como administrativo, reduce la garantí­a de los servicios de atención que reciben las personas con discapacidad y hace que este tipo de trabajo se tienda a considerar como algo transitorio y temporal sin considerarse como una opción más de futuro. Por otra parte, la Federación entiende que esta figura no debe contemplarse de forma restrictiva, sólo para los casos de mayor dependencia, y reitera que se deben promover los cambios legales y administrativos precisos para que se impulse su reconocimiento profesional y académico y para brindar seguridad jurí­dica a quienes desempeñan esta labor, para que lo hagan con todas las garantí­as precisas, lo que redundarí­a en beneficio no sólo del asistente, sino de la persona con discapacidad. En este sentido, se pondrí­a fin a las dudas que tienen muchas personas del colectivo cuando sopesan contratar a un asistente, dado que desconocen el cauce más habitual para hacerlo, así­ como los trámites y requisitos.

Por último, otra de las reivindicaciones de FAMMA es la de que las personas con discapacidad puedan acogerse a beneficios fiscales a la hora de contratar a un asistente personal, con el fin de que, en función de su renta (estableciendo distintos tramos) y con un tope máximo de contribución a la Administración, no se vean gravemente limitados a nivel económico a la hora de contratar asistencia personal para cubrir sus necesidades vitales tales como: vestirse, levantarse de la cama, asearse, comer, etc.